miércoles. 09.10.2024

La jornada de tarde de la segunda jornada -contando la de cuestiones previas- del juicio contra trece personas acusadas de presunta pertenencia a una red de narcotráfico y blanqueo de capitales ha contado ya con los primeros testimonios, de agentes de la Guardia Civil. Uno de ellos, un agente desplazado desde la Península, dado que estaba destinado en OCON sur en el momento de los hechos que se están enjuiciando.

Del testimonio de este agente, se deducen varias cuestiones. Según el, la organización estaba perfectamente jerarquizada, comenzando por uno de los dos hermanos huídos de la justicia. "No se tomaba una decisión sin el", señalaba. Como segundo de a bordo, situaba a su hermano, también prófugo de la justicia, y en tercer lugar del escalafón a uno de los acusados que si se encuentra en el banquillo de los acusados.

Según este agente, además, "el nivel de vida encontrado en el chalet de la Barriada Postigo es algo superior" al de los oficios tanto del supuesto cabecilla de la red, empleado de Obimace, y de su ex mujer, agente de la Policía Local. "No conozco Ceuta ni a estas personas, pero si tengo bastante experiencia en la lucha contra el narcotráfico, y era un nivel de lujo muy apropiado" a este tipo de prácticas.

La casa de la barriada Postigo era también "el lugar en el que acudían muchos de los subalternos de la red" a dar cuentas o recibir instrucciones ante el cabecilla de la red. Este, en base a las escuchas practicadas, señaló que "las conversaciones entre el hombre y la agente de la Policía Local no eran de una pareja separada, sino más bien de convivientes. Pongo como ejemplo una noche en que ella regaña a el por salir de noche. Ese día, el hombre coincide con la hija del matrimonio, que llama a la madre para decirle que su padre se encuentra con ella".

Durante el registro en el chalet de Postigo, en el que participó, encontró ropa de submarinismo, dinero en efectivo y varias armas, que atribuye al huido, "además de varios teléfonos móviles". El agente, instructor de las investigaciones de OCON, habló también del papel de los petaquistas. "Las embarcaciones semirrígidas no tienen gran capacidad de almacenamiento, básicamente porque están muchas horas en alta mar, y el riesgo de que el motor explote tras recalentarse es grande. De ahí que se suministre, por parte de otras embarcaciones, a las semirrígidas" que están en operaciones contra el narcotráfico, como presuntamente era una de las investigadas.

El agente también admitió que "fue un palo" saber que habían descubierto el sistema de seguimiento instalado en una de las embarcaciones propiedad de los huídos. También que estos hablaban en clave, refiriéndose "a la autopista" en vez de al mar o la necesidad de que les vieran "mojaditos". Se referian así a la necesidad de simular "que estaban practicando algún tipo de deporte acuático" para esconder de esa manera el supuesto delito de narcotráfico.

No obstante, también admitió que  no podía corroborar, en base a hallazgos, nada relacionado con el narcotráfico, aunque "todos los indicios" apunten, en su opinión, a ello. El juicio se reanudará mañana a las 10.30 horas.

La red juzgada estaba "perfectamente estructurada", según un agente de la Guardia Civil