Es una de las causas de las que más se ha hablado en nuestra ciudad durante los últimos años: la abierta por la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta contra trece personas por su presunta pertenencia a una red de narcotráfico y blanqueo de capitales. Hay que reseñar, una vez más, los curiosos lazos entre los acusados. De un lado, una mujer con cuatro hijos acusados, de los que dos se encuentran huídos del territorio nacional y una tercera eximida por su delicado estado de salud, que la han llevado a la incapacidad permanente. Uno de los huidos estaba además casado -oficialmente, divorciados desde hace más de una década- de una agente de la Policía Local que ha entrado dos veces en prisión en este tiempo: una tras el registro de su domicilio, al principio de las investigaciones, y otra el pasado mes de junio por quebrantar la prohibición de abandonar territorio nacional. Fue detenida, recordemos, cuando llegaba a Ceuta tras cruzar la frontera de El Tarajal.
No son los únicos acusados que tienen lazos familiares entre si, porque hasta cuatro miembros -padres, hija y tía materna- de otra familia se sientan en el banquillo de los acusados, además de otras personas que hacían, supuestamente y según la acusación, las veces de pasadores.
El pasado martes se iniciaba el juicio con las cuestiones previas. Suelen ser sesiones técnicas, tediosas, y la de hace 48 horas no fue una excepción. Sin embargo, son importantes porque en ella se empiezan a ver los derroteros por los que pude avanzar el juicio en cuestión, una vez comiencen los primeros testimonios.
Todo está por ver, pero de momento lo que parece descartado es un acuerdo entre Fiscalía y los defensores de los acusados, según admite alguno de los siete abogados personados en la causa. Estos esperan con atención que se admita alguna de las alegaciones presentadas que, yendo al máximo exponente, podrían acabar incluso con la nulidad del juicio.
Hay, básicamente, tres escenarios en los que puede desarollarse el resto de la causa. El primero de ellos: "un juicio puro y duro". Es decir: no hay acuerdo entre fiscales y defensas, y la Audiencia considera que el proceso de instrucción ha sido correcto y, sobre todo, garantista.
Quedémonos con este último término, porque puede ser importante. Primero, y con ello entramos ya en el segundo escenario, porque las defensas han exhibido ya lo que consideran una situación clara de indefensión por parte de sus patrocinados. En concreto, errores en el volcado de las llamadas telefónicas o en la notificación, a las partes, de toda la documentación en igualdad de condiciones. Por ello, podría verse anulado el proceso, al entender que no se han respetado los derechos constitucionales de los acusados.
El tercer escenario tiene que ver con una sentencia absolutoria del delito de narcotráfico. A pesar de que Fiscalía insistió en que entre el material decomisado en una embarcación había indicios "más que razonables" del tráfico de estupefacientes (tarjetas setelitales, trajes de neopreno, petacas de gasolina, etc), los acusados quedaron absueltos en un juicio anterior. Al considerarse que el delito de blanqueo de capitales no es independiente, sino consecuencia del de narcotráfico, se entendería que absueltos del primero no cabe acusación por el segundo.
De todo esto, se hablará el martes, en la primera sesión prevista tras las cuestiones previas. Este juicio, en principio, se extenderá martes y jueves hasta mediados de noviembre. O puede acabar, prácticamente, antes de empezar. La respuesta: la próxima semana
