Hay entidades que llevan, al máximo, el término voluntario. Persona que colabora por propia voluntad en actividades de carácter social o humanitario, generalmente llevadas a cabo por una organización, según la Real Academia Española de la Lengua. La que 'limpia, fija y da esplendor' acierta de pleno con esta definición si la atribuimos, por ejemplo, a la Asociación de Protección Civil de Ceuta. Personas con el peto naranja, que están en cualquier carrera, acto multitudinario o búsqueda que se precie sin más gratificación que el servicio y el altruismo a favor de la comunidad.
Y no solo los habituales: también están formándose nuevas personas para lucir el peto naranja. Claro, que aunque la voluntad sea la característica principal, hacen falta conocimientos en cuestiones como el PLATERCE, Plan Territorial de Emergencias de Ceuta. Y por ello, durante todo el fin de semana van a estar reunidos en el Palacio Autonómico.
La bienvenida ha correspondido al director general de Gobernación, Alfonso Conejo. Este ha resaltado la importancia del voluntariado, lo encomiable de la actividad "y que haya personas que dediquen su tiempo libre a ayudar a los demás. Es algo maravilloso", destacó.
El director general también les recomendó que hicieran un ejercicio por ir un paso más allá en las reuniones de todo el fin de semana. "Que hagáis amistades, forméis complicidades, camaradería". Esto "os ayudará en un futuro" tanto en Protección Civil como en otros ámbitos.
Cerró el turno de intervenciones Juan Moreno, presidente de Protección Civil Ceuta. "No se si en un futuro estaréis aqui cinco, diez, veinte o todos", pero "es importante que os forméis, y que queráis ayudar a la sociedad" desde Protección Civil.
Las jornadas se clausurarán el próximo domingo. Por cierto: de agradecer que, tras un levísimo retraso por un problema microfónico, José Méndez -vicepresidente de la entidad-pidiera disculpas a los medios de comunicación por esos minutos. Nada que disculpar, apenas se retrasó unos instantes, pero si se agradece que alguien tenga en cuenta el perjuicio que se ocasiona a los periodistas cuando las cosas van con retraso. A veces (no era el caso) no por un problema de un micrófono sino, simplemente, por llegar tarde o no tener en cuenta la labor de los informadores. Gracias, por tanto.
