La esquina del paseo del Revellín con la plaza Nelson Mandela acoge durante toda la jornada de este jueves los stands instalados por ACEFEP para conmemorar al Día Mundial de la Salud Mental. Una cita que vivirá su punto álgido a las siete de la tarde, con la lectura del manifiesto por parte de la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, y la intervención de un familiar de uno de los usuarios de la asociación, pero que desde esta mañana ha servido para seguir concienciando a los ceutíes de la importancia de cuidar de su salud mental pero también de la de acabar con estigmas y tabúes.
El lema de este año, tal y como ha explicado Miguel Sánchez, educador social de ACEFEP, pone el foco sobre el empleo, bajo la proclama de 'Trabajo y Salud Mental, un vínculo fundamental' se han creado una serie de actividades desde la entidad mediante las que se pretende que quienes se acerquen hasta el stand reflexionen sobre los aspectos positivos y negativos de los diferentes entornos laborales. Y es que, recuerda el educador social de ACEFEP, “si las condiciones laborales no son las adecuadas, puede ser el germen de un problema de salud mental”.
Unos problemas de salud mental, ha explicado, que van muy asociados a la precariedad. Así, ha señalado Miguel Sánchez, los datos que tenemos “son para llevarse las manos a la cabeza”. Según el último informe nacional sobre precariedad laboral, en España más de un 50 por ciento de los trabajadores la padecen y la salud mental es la segunda causa de baja en nuestro país, habiéndose producido un incremento del 16 por ciento en el último año. A ello se suman los estigmas y tabúes que siguen existiendo, pues un 52 por ciento de las personas que se encuentran de baja por un problema de salud mental, no lo cuentan. Es por eso, ha señalado, que “hay que seguir reivindicando y luchando contra el estigma”.
Y eso a pesar de que en los últimos años se han producido avances, la salud mental se ha puesto encima de la mesa, está en la agenda política y se han implementado herramientas muy importantes, como el 024, el teléfono de atención a la conducta suicida. A pesar de ello, ha insistido, hay que seguir reivindicando y sensibilizando: al tejido empresarial, que es quien marca las condiciones laborales, por la contratación de las personas con discapacidad, por que la administración pública trabaje para eliminar la precariedad laboral y porque las personas con problemas de salud mental tengan un acceso al mercado laboral.
Respecto a las medidas de autocuidado y las señales a tener en cuenta en el caso de los trabajadores, Sánchez ha reconocido que uno de los principales problemas es que “vivimos siempre a galope”, pasamos muchas horas en el entorno laboral y “si las condiciones no son las adecuadas, hay que saber poner pie en pared y saber decir hasta aquí”. Algo que, reconoce, no es sencillo, pero que deben llevarnos, al menos a saber identificar cuáles son esas señales de alarma y escuchar a nuestro cuerpo que es el que nos dice que estamos llegando al tope, y en caso de que sea necesario, acudir a un profesional de la salud mental para abordar la situación.
La formación en salud mental y la promoción de la misma también es clave y ahí “el ámbito educativo tiene la pelota en su tejado”. Desde ACEFEP, ha explicado, ya se trabaja en los distintos niveles para intentar que los más pequeños de la casa sepan qué es la salud mental, cuáles sob los principales problemas y como actuar ante este tipo de situaciones.
