Hace justo un año, España acudía a las primeras Elecciones Generales de su historia en verano. El 23 de julio de 2023, el PP de Alberto Núñez Feijóo lograba ser el partido más votado. Sin embargo, la conformación de las mayorías entre el PSOE y sus socios, tanto a su izquierda como nacionalistas, permitió a Pedro Sánchez convertirse en presidente del Gobierno. La historia es conocida, como lo es la sensación de que cualquier acuerdo entre los dos principales partidos es, salvo algunas excepciones, imposible.
Prueba de ello es la reforma de la Ley de Extranjería. O el PSOE logra reunir de nuevo la suma de voluntades que permitió la investidura de Sánchez -y eso incluye a Junts- o la reforma quedará en un proyecto. El PP lleva tiempo sin anunciar formalmente su voto en los grandes asuntos antes de que se produzca el voto en el Congreso, pero se da por hecho que las negociaciones entre el Ejecutivo y el Partido Popular han fracasado. Con VOX, al parecer, ni siquiera ha habido contacto por parte del Ejecutivo.
Desde el PP se explica a algunos medios nacionales que la voluntad del Ejecutivo nunca pasó por el acuerdo. Prueba de ello es que, en las reuniones celebradas hasta el momento, no ha participado ningún ministro. Se cree que el PSOE quiera buscar la 'foto' del PP con VOX y Junts para justiificar el rechazo a la reforma.
La reforma, que se votará a partir de las 10.00 en el Congreso, incluía la obligatoriedad de activar el denominado mecanismo de solidaridad entre las autonomías en materia de menores. Autonomía con más del 150% de plazas de menores ocupadas, autonomía socorrida por ley por el resto. Algo rechazado de plano por parte de VOX, que considera esto como una prolongación del 'efecto llamada', y también por el PP. El portavoz de los 'populares' en la Carrera de San Jerónimo, Miguel Tellado, apuntaba que entre las condiciones para que su partido aceptase la reforma debían figurar, si o si, mecanismos financieros para ayudar a las distintas autonomías que acogieran menores procedentes de otras regiones. Algo que finalmente no ha sido posible, diluyendo -una vez más, y van....- cualquier posibilidad de un acuerdo de Estado entre los dos principales partidos del país.
