La estación marítima ha acogido la ceremonia de colocación de la primera piedra del nuevo edificio que ampliará las instalaciones del puerto hasta los 7.000 metros cuadrados. El acto ha contado con la presencia del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, de la Delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Manuel Doncel, y el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez.
Con una inversión total de 16,5 millones de euros, entre la nueva estación marítima, así como otras actuaciones relacionadas con la mejora de las galerías que conducen a los embarques, este nuevo edificio ha sido diseñado pensando en la funcionalidad y la seguridad.
La nueva estación dispondrá de dos plantas, con más de 3.200 metros cuadrados, que viene a sumarse a los más de 2.000 metros del edificio actual, que dejará de servir como embarque y llegada de pasajeros en su mayoría.
El nuevo edificio, diseñado para aprovechar la luz, contará con un amplio vestíbulo en su planta baja, para la recepción de los viajeros y el check in de las compañías navieras, y en la parte posterior unas instalaciones, planificadas de común acuerdo con la Secretaría de Estado de Seguridad, para las dependencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Además, dispondrá de una subida para el embarque de los pasajeros, alejada de la zona de desembarque de viajeros, lo que garantiza una distribución más eficiente de las personas que transiten por las dependencias.
En el embarque, el edificio colindante si conecta con la estación actual, aprovechando parte de su estructura, para sala de espera, que conecta con las galerías que conducen a los buques, y además dispone de zonas para la recepción de los viajeros.
En materia de seguridad, además de una distribución más eficiente de los espacios, se juega con los volúmenes y los materiales para hacer virtualmente imposible la escalada y acceso a los edificios, especialmente por la zona trasera, conocida como la zona de embarque de residentes.
La primera piedra se ha colocado simbólicamente en el solar que actualmente sirve de aparcamiento y marca el comienzo próximo de las obras que marcan la transformación del puerto de Ceuta, en un impulso de su capacidad como motor económico de la ciudad, y para afrontar los retos de los próximos tiempos.
