lunes. 26.08.2024
FÚTBOL

Killian Mbappé: el primer galáctico de la 'era Pirri'

El Santiago Bernabéu ha acogido esta mañana una de las presentaciones más esperadas de los últimos años: la del delantero francés Killian Mbappé. El ex jugador del Paris Saint Germain, que hace una semana perdía contra España la semifinal de la Eurocopa, ha vestido de blanco por primera vez. Junto a el: Florentino Pérez, Zinedine Zidane y el presidente de honor madridista: el ceutí José Martínez PIrri.

Mbappé y Pirri, hoy en el Bernabéu / EFE
Mbappé y Pirri, hoy en el Bernabéu / EFE

En 1970, Jose Martínez 'Pirri' había tenido un verano tristemente tranquilo. España no había logrado clasificarse para el Mundial de México, aquel en el que deslumbró como nunca antes Pelé, y el ceuti tuvo que ver ese torneo por la tele. A vueltas de aquel verano, en la localidad camerunesa de Douala, capital del país, nacía Wilfried. Un joven que, como tantos otros de la antigua colonia francesa, emigró al país vecino en busca de oportunidades que le facilitaran una vida mejor. Ahí conoció a Fazia: una joven jugadora de balonmano de origen argelino. Ambos se casaron y divorciaron posteriormente, pero de ahí nació el nexo de unión entre todos: Killian.

Porque el hijo de Wilfried Mbappé, aquel jugador y entrenador de clubes modestos de París, ha colapsado hoy el Bernabéu. Una semana después de claudicar ante la flamante campeona de Europa, España, Killian ha protagonizado uno de los mayores actos de presentación de la historia del fútbol. La imagen recordaba a otras multitudinarias, como la que a mediados de los 80 protagonizó en el estadio napolitano que hoy lleva su nombre Diego Armando Maradona u otras como las de Cristiano Ronaldo... o Zinedine Zidane.

Otro hijo ilustre de la emigración a Francia: el único de los Zidane que nació en territorio galo tras salir su familia de Argelia y buscar sustento en Le Castellane -el nombre, en efecto, tiene su miga en esta historia- y que es leyenda en el Bernabéu. Todos han apadrinado a Killian, convertido desde esta mañana en santo y seña de un madridismo que vive tiempos felices, tras concluir la remodelación de su estadio y conquistar su sexta Copa de Europa en diez años.

Pirri, por su parte, vivía su primera gran presentación como presidente de honor de los madridistas. Heredó ese cargo de Amancio Amaro, quien a su vez lo hizo de Paco Gento como este de Alfredo Di Stéfano. El camino inevitable que todos tenemos que emprender algún día deja al ceutí casi como último representante de aquel 'Madrid ye-ye' que firmó la última Copa de Europa en vida de un Santiago Bernabéu que prohibió a sus jugadores usar coches de alta gama por no hacer ostentación delante de esos obreros que aprovechaban la media hora del bocadillo para ver entrenar a sus ídolos.

Eran otros tiempos. Hoy, al hijo de aquel niño nacido meses después de que Pelé se coronase en el Estadio Azteca, le han aclamado en el Bernabéu. Uno de los mejores periodistas deportivos de este país confesaba, en petit comité, al firmante que Florentino Pérez habla en privado de la evangelización blanca de los cinco continentes. "Y lo dice en serio". Si Florentino cree que el Real Madrid es una nueva religión, ya tiene su nuevo profeta. Y este, el honor de ser el primer galáctico presentado bajo la Presidencia honorífica de un chaval que salió de Ceuta para estudiar medicina y acabó convirtiéndose en uno de los jugadores más importantes de la historia del club blanco.

Killian Mbappé: el primer galáctico de la 'era Pirri'