domingo. 08.09.2024

Un clásico

Donald Sutherland
Donald Sutherland

No es plato de buen gusto comenzar la etapa veraniega de esta sección con una defunción, pero no podemos pasar por alto el homenaje a esta figura, de las más reconocibles y de las grandes del cine y todo un clásico en decenas de títulos para el recuerdo (no se me va de la cabeza al chalado de Los violentos de Kelly).

El legendario actor canadiense (Saint John, Nuevo Brunswick, 1935) Donald McNichol Sutherland, conocido como Donald Sutherland, protagonista de películas como Gente como uno, Los juegos del hambre y Animal House, falleció el pasado 20 de junio a los 88 años tras una larga y tediosa enfermedad.

Su hijo, el también popular actor Kiefer Sutherland, confirmó la noticia en redes sociales. “Con gran pesar les digo que mi padre, Donald Sutherland, ha fallecido. Personalmente me parece uno de los actores más importantes de la historia del cine. Nunca le asustó un papel, bueno, malo o feo. Amaba lo que hacía e hizo lo que amaba, y nunca se puede pedir más que eso. Una vida bien vivida”, escribió con enorme sentimiento el hijo del actor en X.

Sutherland, quien tuvo una trayectoria de siete décadas en el cine, el teatro y la televisión, protagonizó además de las ya citadas, películas como Los 12 del patíbulo, M.A.S.H., Klute o Amenaza en la sombra. Pero el mayor de los méritos de este enorme actor reside en la capacidad camaleónica que tenía para afrontar cualquier papel, ya fuese de héroe, villano, o de repartidor de pizzas, con enorme respeto a su profesión, que realizaba como un oficio, fuese cual fuese el resultado final de la obra.

A pesar de nunca haber recibido una nominación al Oscar, probablemente la mayor injusticia de Hollywood tras Hitchcock, fue galardonado con un premio honorífico de la Academia en 2017, “por su destacada trayectoria y contribuciones al cine”.

Su impacto en la industria del cine y la televisión ha sido significativo, estableciéndose como una figura querida y respetada en el panorama cinematográfico mundial. Los papeles protagonistas le otorgaron la gloria, y los inolvidables personajes secundarios lo hicieron realmente inmortal.

En 2019, el ya octogenario Sutherland recogía el Premio Donostia en San Sebastián y ahí explicaba los motivos para seguir en activo: “No tengo mucho dinero, todavía tengo muchas bocas que alimentar, aunque sigo disfrutando mucho de este trabajo que me da libertad y me permite vivir vidas que nunca me habría atrevido a vivir”. Genio y figura, bien puede resumir su trayectoria vital y profesional el humor con el que se tomó el mencionado Oscar honorífico de 2017, utilizando en su sencillo agradecimiento con las siguientes palabras: “No me merezco este premio. Pero tengo artritis y tampoco me la merezco, así que gracias”. Luego, con el mismo tono ácido y cómico, añadió: “Me encantaría invitarlos a mi funeral”, que quizá venía con elegancia a opinar algo así como “a buenas horas…”, pero que acabó resultando un desafortunado presagio. Nos quedarán siempre sus películas…


JUAN CARRASCO DE LAS HERAS → [email protected]
 

Un clásico