Los números siempre son fríos, y por eso generalmente son incontestables. Como muestra, un botón: a lo largo de este día, diez personas se van a suicidar en España. Una tasa que ha ido 'in crescendo' en los últimos años: de las 3.400 personas que se quitaron voluntariamente la vida en 2019, hemos pasado a 3.900. Y es la principal causa de mortalidad entre personas de edades comprendidas entre los 15 y 29 años.
Son datos, como decíamos, inapelables. Pero ¿qué se puede hacer al respecto?. Cuenta Ana Belén Núñez, psicóloga de ACEFEP, que "no es muy recomendable evitar hablar del suicidio. Se ha roto el tabú, y la sociedad tiene que asumir que eso no es algo que ocurra solo por la televisión". En ese campo, los medios de comunicación tenemos una importante labor: "informar sin sesgo, recordando siempre que hay teléfonos a disposición de las personas antes de que cometan un acto sin vuelta atrás".
Es cierto que determinados países han desarrollado importantes estrategias. "Son países como Suecia o Noruega, con unos índices de suicidios muy elevados", explica. Sin embargo, "hay que concienciarnos que es un problema de todos, que ante cualquier comportamiento raro o ensoñación de la idea hay que tomar cartas en el asunto".
No tiene "una base para decir que ocurre en los jóvenes, no puedo dar un motivo puesto que mi trabajo es prevenir, pero ese es un dato que esta ahí, y nos asusta bastante a los padres", admite.
Desde 2020, ya lo saben: una sucesión de acontecimientos impensables, tanto por su magnitud como por lo consecutivo. La pandemia, si, pero también la Guerra, los golpes a la economía.... "El teléfono ha sonado más que antes para pedir consultas", señala "pero lo importante es pedir ayuda".
Núñez ha hecho estas declaraciones en unas jornadas organizadas por la Asociacion "ACCEM" en la Biblioteca de El Morro.
