Poco a poco, las aguas parecen volver a su cauce en la Frontera de El Tarajal. No se puede hablar de una calma absoluta, antes al contrario, pero parece que las horas de mayor tensión comienzan a quedar lejos. A ello también contribuye la madre naturaleza: el cielo empieza a despejarse, la niebla a desaparecer y eso ayuda a disuadir las entradas. Los inmigrantes perciben la escasa visibilidad como un aliado en su busca por entrar en territorio español.
Que la situacíón, como decimos, esté más tranquila no equivale a que esté resuelta. Ni mucho menos. A aproximadamente un kilómetro de distancia del lugar de los hechos, en la Almadraba, varios inmigrantes han sido interceptados por la Guardia Civil. Habían conseguido entrar en territorio nacional, probablemente en el grueso de los 23 que accedieron entre los bañistas a primera hora de la tarde.
Además, varios de los que han entrado en Ceuta han sido inmediatamente devueltos al vecino país, tras los trámites oportunos y en aplicación de la legalidad vigente. Muchos son custodiados en las dependencias ubicadas justo al lado del espigón. Ahí son agrupados y devueltos a Marruecos a la mayor brevedad, tras confirmarse que no hablamos de menores de edad.
Por si acaso, como decíamos, la Guardia Civil ha desplazado a todos sus medios marítimos a la zona en previsión no sólo de evitar entradas sino, incluso, de tener que rescatar a alguno del agua. Por muy cruda que resulte esta frase: en las condiciones que sea...
Mientras, algunos ceutíes que estaban esta tarde en Marruecos han podido grabar imágenes de la gente organizándose para entrar. en Ceuta.