Con el verano llegando a su fin, la Biblioteca Pública ha inaugurado hoy el tercer y último ciclo de animación a la lectura, un programa que busca despertar el interés por los libros en los más pequeños a través de actividades lúdicas y educativas. Este ciclo se desarrolla en la sede central de la biblioteca y cuenta con la inscripción de 14 participantes, una cifra algo menor en comparación con los turnos anteriores.
Samia Mohamed, responsable del ciclo, explicó que la jornada comienza con una dinámica de presentación para que los niños se conozcan entre sí. "Es importante que se sientan cómodos y en confianza desde el primer día", comentó. Posteriormente, los pequeños realizan un recorrido por la sala infantil para familiarizarse con el espacio, con especial atención a la ubicación de los distintos tipos de libros.
Una de las actividades destacadas es la búsqueda de libros, diseñada para que los niños desarrollen habilidades de investigación y se familiaricen con el catálogo de la biblioteca. "Queremos que vean la biblioteca como un lugar más accesible y divertido, no solo como un espacio de estudio", señaló Samia. Además, el programa incluye juegos de adivinanzas, actividades relacionadas con refranes y manualidades, como un taller de arcilla y otro de pintura, donde los niños pueden dar rienda suelta a su creatividad.
El horario del ciclo es de lunes a viernes, de 11:00 a 13:00 horas, y se extenderá durante dos semanas, finalizando el próximo viernes. Durante estas sesiones, los participantes también colaborarán en la decoración de la sala infantil, una iniciativa que comenzó en el primer turno de julio y que continuará con la creación de nuevas piezas decorativas, como las palmeras que adornan el espacio.
Este tercer ciclo es el cierre de una serie de actividades veraniegas que han buscado fomentar la lectura de una manera diferente. Los dos ciclos anteriores se llevaron a cabo en julio, el primero en la biblioteca del centro y el segundo en la sede de El Morro, ambos con una participación exitosa. Según Samia, lo que más ha gustado a los niños han sido las manualidades y los talleres de arcilla, actividades que han permitido a los más pequeños interactuar con la cultura de una manera tangible y divertida.
El objetivo principal de estos ciclos ha sido que los niños y niñas vean la biblioteca como un lugar donde pueden explorar, aprender y divertirse más allá del tradicional acto de tomar un libro y sentarse a leer. "Queremos que se familiaricen con el espacio, que conozcan las diferentes posibilidades que ofrece la sala infantil y, sobre todo, que se lleven una experiencia positiva que los invite a regresar", concluyó Samia.
Con este último ciclo, la Biblioteca Pública cierra su programa de verano, pero deja abierta la puerta a futuros encuentros que sigan promoviendo el amor por la lectura y la cultura entre los más jóvenes.
