jueves. 12.09.2024

El agónico triunfo de la selección española (23-22) de balonmano masculino ante el combinado de Eslovenia en la lucha por el bronce cierra el medallero español, a horas de que concluyan los Juegos Olímpicos de 2024 y París entregue el testigo a Los Ángeles como sede de la siguiente edición. Los balonmanistas españoles concluyen así un camino que iniciaron, precisamente, con un entrenamiento en Ceuta en los últimos días del pasado 2023.  Laura Heredia, en penthatlon, mantuvo ciertas opciones de ampliar el botín, pero una mala actuación en la prueba hípica la privó de la lucha por los metales. No obstante, logra competir hasta el final en una de las modalidades más difíciles del programa olímpico. Algo que, quizá, no sea consuelo en el corto plazo pero si se valore más en el largo.

No sólo por Laura Heredia; también por el resto de deportistas españoles que han rozado el podio en estos Juegos que ya prácticamente son historia. España cierra su participación en la capital francesa no solo con 18 preseas, sino con 17 cuartos o quintos puestos, en aquellos deportes en los que se dan dos bronces. Podemos tirar de malditismo, pero lo cierto es que con algo más de suerte en momentos concretos, la delegación española habría superado con claridad el techo histórico: las 22 medallas -trece de oro- de Barcelona 92.

Una participación española en la que, además y en las últimas horas, ha caído un tormento que venía sufriendo nuestra delegación desde el oro en waterpolo masculino de Atlanta 96. Aquel equipo era el último combinado nacional en lograr una medalla de oro en cualquier deporte por equipos. Tanto el fútbol masculino como el waterpolo femenino han logrado en las últimas horas acabar con esa estadística, para sumar sus campeonatos a los del triple saltador Jordan Díaz, la pareja de relevos mixta en marcha compuesta por María Pérez y Álvaro Martín y la dupla en vela, en clase 49er, formada por Diego Martín y Florian Titter. Una curiosidad sobre estos dos. Lograron en la clase 49er la 49 medalla de oro de la historia del olimpismo español.

Hay, claro, algunas decepciones. Rafa Nadal apura sus últimos momentos sobre la pista de tenis de un modo languideciente. Literalmente barrido de su pista fetiche por el su gran némesis, el serbio Novak Djokovic, el manacorí no ha podido despedirse del gran público ni de 'su' Roland Garros con una medalla de oro. Tampoco en dobles: su alianza con Carlos Alcaraz -subcampeón  individual en un ajustadísimo partido frente a 'Nole'- no pasó de cuartos. Jon Rahm, posiblemente la mayor estrella del Golf español desde Seve Ballesteros, parecía tener encarrilado el oro, pero en una recta final de su participación olímpica para olvidar se quedó fuera de las medallas. Las chicas del fútbol, tras coleccionar mundiales y europeos en los últimos años, se vieron desbordadas por Brasil en semifinales y superadas por la Alemania que dirige el mitico Hubresch (campeón de la Euro 80 junto a Schuster y subcampeón en España 82) de un modo especialmente cruel: Alexia Putellas fallaba en el último minuto el penalti que, de entrar, hubiera dado a las nuestras la opción de ir a la prórroga. La selección de waterpolo masculino repitió su papel habitual desde Atlanta 96: buenas sensaciones, hasta que un equipo balcánico se nos cruza en cuartos de final. La de baloncesto estuvo a punto de superar el 'grupo de la muerte' con Grecia, Australia y Canadá, pero tres puntos a favor de los canadienses dejaron a los nuestros fuera de una lucha por las medallas en la que, seamos sinceros, tampoco hubiéramos tenido muchas más opciones. Al menos, a tenor del nivel de la anfitriona Francia o Serbia, que estuvo a punto de dejar a EEUU sin medalla de oro por primera vez en 20 años.

Cruel fue también el destino con Carolina Marín; la onubense, campeona en Rio 16, parecía destinada a repetir, pero su rodilla falló en el momento más inoportuno. Sus desconsoladas lágrimas sobre la pista, con un público roto en aplausos, es ya historia, triste, del deporte español.

Por concluir. La historia de las participaciones olímpicas españolas hay que dividirlas en dos fases. Antes y después de Barcelona 92. Hasta llegar a la Ciudad Condal, el máximo número de medallas españolas se dio en las 6 de Moscú 80. Desde Barcelona en adelante, nuestra peor participación hay que encontrarla en las 11 de Sidney 2000. En Atlanta 96, Rio 16 y Tokio 20 se lograron 17 medallas, mientras que en Pekin 08 se alcanzaron las 19. Atenas 04 y Londres 12 representan las mejores actuaciones, con 20 metales,, de los nuestros desde aquel verano barcelonés. Antes de Barcelona, por cierto, impagable el criterio de Javier Solana, ministro de Educación, Cultura y Deporte de la época tras presumir de que en Los Angeles 84 los nuestros habían conseguido dieciseis medallas en vez de las cinco atribuidas por el COI. El motivo: el futuro 'Mr. PESC' contaba como doce inviduales la lograda por la selección de baloncesto.

La pregunta ¿logrará España, alguna vez, competir por las primeras posiciones del medallero olímpico?. Teniendo en cuenta que las modalidades que más metales aportan al programa olímpico son atletismo y natación, parece complicado. Entre ambas, contando el meritorio bronce de la sincronizada, se han logrado cinco medallas. En natación, el oro olímpico en España es patrimonio exclusivo de Martín López Zubero y Mireia Belmonte, y el de Jordan Díaz ha sido el primer campeonato español desde Ruth Beitia en 2016. Tal vez, sea verdad aquello de que el deporte da la medida de la verdadera evolución de un país y España, a fin de cuentas, esté en la mitad de la clase. Si, tanto en el olimpismo como en la vida, seguimos ahí, nos vamos a la fila de los torpes o al fin damos el salto hacia adelante, será algo que veamos en los próximos años.

En cuanto a los ceutíes, ha sido la primera vez en 24 años en los que no ha habido, al menos, un representante de nuestra ciudad. Isa Contreras se quedó a un suspiro de sellar su billete, finalizando una brillante trayectoria deportiva a la que no cabe ponerle un pero. ¿Veremos a algún ceutí en Los Ángeles 28 o Brisbane 32?. No parece, ahora mismo, factible pero nunca se puede descartar nada.

El balonmano masculino se aferra a la épica para cerrar el medallero español en...