jueves. 26.09.2024

Una de las muchas historias que circulan en torno a Francois Miterrand es la orden dada a sus Gobiernos de no tocar, en tiempos de ajustes y rigores presupuestarios, dos carteras: Cultura y Defensa debían quedar a salvo de cualquier recorte. Lo primero, en un país como Francia -principal destino turístico del mundo - es entendible. Pero lo segundo tenía poco que ver con un carácter belicista -que lo tuvo: luchó contra los alemanes- del  viejo zorro, sino con la I+D+ I de las Fuerzas Armadas galas. Miterrand sabía que lo que investigasen los militares acabaría siendo parte fundamental en la sociedad civil, en la economía.

No le faltaba razón al 'paseante de los Campos Elíseos ', como se le bautizó por su afición a tomar decisiones de Estado tras caminar horas por el jardín de su residencia presidencial. La telefonía móvil o internet por ejemplo, son inventos que han llegado a la sociedad civil tras décadas de experimentos militares.

De ello ha ido la conferencia pronunciada hoy por Carlos Ruiz, profesor en la Academia Militar de Zaragoza. De cómo las probabilidades matemáticas o estadísticas, el talento en definitiva, ha decantado algunas batallas a lo largo de la historia. "En la II Guerra Mundial, por ejemplo, tanto británicos como estadounidenses recurrieron a físicos, matemáticos, algunos con Premios Nobel, para hacer frente a los alemanes".

El 2º jefe de la Comandancia General y el coronel Ruiz se abrazan: dos viejos compañeros de la Academia Militar de Zaragoza / Juanjo Coronado
El 2º jefe de la Comandancia General y el coronel Ruiz se abrazan: dos viejos compañeros de la Academia Militar de Zaragoza / Juanjo Coronado

No son sólo -que también- los Oppenheimer o Turing; "eran equipos multidisciplinares que iban desde la matemática a la psicología. Por ejemplo, a la hora de bombardear submarinos enemigos, se decidió pintar los aviones de blanco por un concepto de percepción visual por parte del enemigo. Varios aviones que habían sido fabricados en negro o gris fueron pintados de blanco, y los resultados fueron óptimos", recuerda.

También, como no, John Nash Forbes, "que más allá del título de la película tenía, en efecto, una mente maravillosa". De aquel equipo que decidió, con razonamientos previos, que "era mejor distribuir las provisiones para los soldados en pequeños paquetes dentro de una mochila en vez de un paquete grande" a fin de mejorar la racionalización de estos víveres.

O una historia bastante conocida: la de los convoyes de ayuda norteamericana que se hundían siempre a una distancia determinada del puerto de Nueva York. Eran atacados -otra vez aparece el invento del español Isaac Peral- por submarinos. "Tras el estudio matemático de aquella circunstancia, se optó por repartir las provisiones en barcos pequeños. No volvió a haber problemas". Aunque también el pacto del FBI con el temido Lucky Luciano (verdadero dominador del puerto neoyorquino en esa época) tuviera algo que ver, en forma de 'limpieza' de infiltrados nazis en forma de estibadores.

La conferencia ha tenido lugar en el Salón de Actos del Centro del Mayor, dentro de los actos culturales programados por la Compañía del Mar en esta semana, y con la presencia tanto del comandante general, Marcos Llago, como del que hasta hace unas semanas fuera compañero del conferenciante: el 2º jefe, José Gonzálvez.

Para bombardear submarinos, mejor de blanco