Uno de los momentos más emotivos del próximo día de la autonomía será, sin duda, el reconocimiento a José Miguel Antúnez, a título póstumo. El conocido sindicalista, policía local y triatleta falleció de modo inesperado hace prácticamente un año, el pasado 3 de octubre, y terriblemente temprano. En enero, hubiera cumplido 48 años.
Por tanto, no descubrimos nada si decimos que este es un premio amargo, de esos que nadie hubiera querido recoger, porque significa lo que significa. Pero eso no significa que no se agradezca por parte de los familiares.
Su hermano, Francisco Daniel, explica a Ceuta Televisión que la Medalla de la Autonomía “no ayuda, pero si reconforta” en este duro trance. “A mi hermano lo quería mucha gente. Yo que también me muevo en ambientes deportivos, son muchas las actividades que hemos vivido en los últimos meses en los que se le ha recordado”.
Pero también “gente a la que no conocíamos, ni mis padres ni yo, y que nos para por la calle para hablarnos de él, de un servicio que prestó o de un temario de oposiciones. Gente que nos transmite su agradecimiento”.
Un agradecimiento ya palpable en los primeros momentos tras el fallecimiento de Antúnez. “El velatorio fue un no parar de gente, y el entierro ha sido uno de los más multitudinarios que se recuerda en Ceuta, al menos en los últimos años”.
Será el, Francisco Daniel, quien recoja la Medalla concedida a quien fue un destacado sindicalista, cuya muerte efectivamente generó una tremenda conmoción tanto en la Unión General de Trabajadores como en la Policía Local o en todos los ámbitos en los que compitió. A José Miguel Antúnez no le tocaba emprender, tan pronto, el camino inevitable y sin retorno. Y Ceuta, una ciudad en la que dejó tan honda huella, reconocerá este vacío con su más alta distinción.
