sábado. 21.09.2024

Probablemente, la literatura o el cine hayan tenido bastante que ver en la construcción del mito del funcionario de prisiones como un individuo rudo, insensible o represor, que solo se dedica a abrir o cerrar puertas y a apagar o encender luces en el interior de un centro penitenciario. Pero, como en tantos otros colectivos, la realidad siempre supera, y mejora, a la ficción.

 

Porque si hay algo que tiene claro un veterano de la lucha sindical en las paredes tanto de Los Rosales como de Fuerte Mendizábal es que el funcionario de prisiones "es un compendio de otras profesiones. Los presos nos piden consejos legales, pero también hacemos de psicólogos, profesores, hasta de padres porque nos piden consejo. Somos el único contacto que tienen con el mundo exterior, no se nos olvide". Esto nos lo cuenta José María Raya, actualmente en un sindicato de reciente creación como es Tu Abandono Me Puede Matar. "Incluso, hay un detalle que hay que tener en cuenta. Si hay un incendio en el interior de la cárcel, intervenimos nosotros. Es decir: también hacemos de bomberos".
 

Raya señala que "es un trabajo con un alto grado de peligrosidad, pero no está bien visto por la sociedad. Por lo tanto este reconocimiento por parte de la Ciudad Autónoma es bien reciibido, y lo recibimos con agradecimmiento" a la Asamblea.

Claro: Raya no deja de ser sindicalista. "Lo primero que necesitamos es más reconocimiento por parte de nuestros superiores, a nivel nacional. De la secretaría general o del Ministerio de Interior, puesto que somos el patito feo al que no se ha dirigido nunca el señor Grande-Marlaska. Necesitamos más personal o más medios naturales. Por ejemplo, las pistolas tasser que si tienen los Mossos D'Esquadra que permitirían reducir a los presos sin hacernos daños nosotros ni ellos", claro

"Los funcionarios de prisiones hacemos de todo. abogados, psicólogos, bomberos, padres"...