La Ciudad abonará más de 2,3 millones de euros a la firma UTE Campus Universitario por unas obras realizadas en el espacio educativo. Ese gasto se ha aprobado en el Consejo de Gobierno de este martes y como tal de él ha dado cuenta el portavoz municipal, Alejandro Ramírez, que ha tocado una amplia variedad de temas en su intervención ante los medios. Desde reconocer nuevos retrasos en la inauguración de la pista deportiva de Juan XXIII hasta sacar pecho por la organización de la feria, pasando por un tirón de orejas al Ejecutivo nacional por el pacto fiscal en Cataluña a cambio de la investidura del candidato socialista Salvador Illa. Todo ha tenido cabida.
Entre lo aprobado en el Consejo destaca especialmente el acuerdo para abonar más de 2,3 millones de euros a una empresa por unos trabajos realizados en el campus universitario. Se trata de una actuación sobre la que pesaba reclamación desde el año 2015. "Aducían exceso de obra", apuntó Ramírez, sin conseguir especificar mayor detalle al respecto.
La queja de la firma no fue atendida en su momento, de hecho se desestimó "por silencio administrativo" y entonces el asunto pasó al Contencioso. "Tras un peritaje se estimó que lo que se debía era este dinero y unos quinientos mil euros de intereses. Con este acuerdo evitamos los intereses, nos fijamos un plazo para pagarlo y se logra que esos intereses no crezcan y se vayan a varios millones en próximos años", celebró el portavoz de la Ciudad.
La pista de Juan XXIII
La pista deportiva de Juan XXIII no se inaugurará prácticamente hasta el final del verano. Si cumple con lo afirmado hoy por Ramírez, el Gobierno pondrá en funcionamiento el espacio -que ya acumula una importante demora sobre los plazos que se habían ido marcando- en el mes de septiembre: "Al final se decidió que no íbamos a abrirla hasta que no se pudiera usar de manera inmediata al día siguiente", postuló el portavoz al respecto de esta cuestión, anunciando además que simultáneamente se estrenará el local habilitado para la barriada.
Una Feria fantástica, un pacto fiscal amargo
Aún no siendo su campo el de los festejos, Alejandro Ramírez, titular de Fomento, trasladó durante la rueda de prensa la valoración general del Gobierno respecto a las recientemente concluidas Fiestas Patronales. "Ha sido una feria muy bien organizada con mucha concurrencia y muy limpia", ha zanjado el representante del Ejecutivo.
Si los festejos han dejado buen sabor de boca, no lo ha hecho tanto el pacto fiscal para Cataluña al que ha accedido el Estado de cara a asegurar la investidura del candidato socialista, Salvador Illa. El acuerdo permitirá a la comunidad pirenaica gestionar de manera directa algunos impuestos y cambiará el balance de aportaciones a la caja común.
Algo que a juicio de Ramírez "afecta a los principios constitucionales de igualdad y solidaridad entre territorios" y puede tener un efecto negativo sobre zonas singulares como "Ceuta o Melilla".
