La mañana había comenzado mucho antes para algunos. Antes de que el sol siquiera asomara por el horizonte, un grupo de devotos aficionados ya esperaba frente a la tienda oficial de la AD Ceuta FC. Eran las 7:00 de la mañana, y el aire aún fresco de agosto estaba impregnado de una expectación que crecía con cada minuto que pasaba. El reloj marcaba unos minutos, apenas, después de las diez en punto cuando, finalmente, las puertas se abrieron, dando inicio a una jornada que sería recordada por muchos.
Las nuevas camisetas, resultado de la colaboración con la marca italiana Macron, resplandecían en los estantes, esperando ser reclamadas por sus futuros dueños. La camiseta blanca, que desde el primer vistazo capturaba la esencia del equipo con su diseño inspirado en la piel de la caballa, se ofrecía al precio de 50 euros, un coste que muchos consideraban justo por llevar consigo el espíritu del club. Las versiones en negro y azul, igualmente elegantes, estaban disponibles por 45 euros, ofreciendo opciones para todos los gustos y bolsillos.
La primera en lograr la compra fue una mujer con una misión clara: comprar la blanca para su hijo. A las 10:15 de la mañana, con una sonrisa que no podía ocultar, salió triunfante de la tienda, sosteniendo en sus manos la prenda que tanto había anhelado. Su espera, que había comenzado horas antes del amanecer, se había visto recompensada, y con ella, el inicio de una nueva temporada llena de promesas y expectativas.
La tienda, que mantendrá un horario especial durante toda la semana (de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, excepto el sábado, cuando solo abrirá por la mañana), se convirtió en el epicentro de una fiebre futbolera que se desató con fuerza. No solo se trataba de adquirir una prenda de vestir, sino de algo mucho más profundo: vestir el orgullo, llevar consigo la pasión por un equipo que representa tanto para sus seguidores.
A medida que avanzaba la mañana, la cola de aficionados no disminuía. Cada persona que salía de la tienda llevaba en sus manos una parte del equipo, un trozo de historia que usarían con orgullo en cada partido, en cada ocasión. "Este año, la blanca será la favorita", se escuchaba murmurar entre los compradores, mientras otros optaban por las versiones en negro o azul, todas con el diseño de los nuevos patrocinadores, Macron.
La venta de camisetas no es solo un evento comercial, sino un ritual que une a la comunidad, que fortalece los lazos entre el equipo y sus seguidores. Este año, el club se ha preparado mejor que nunca, con más prendas y tallas disponibles para que nadie se quede sin su ansiado trofeo. Se han previsto incluso nuevas entregas en las próximas semanas, con 2000 camisetas adicionales que asegurarán que todos puedan tener la suya.
Así, en esta mañana cálida y llena de esperanza, la tienda oficial de la AD Ceuta FC se convirtió en un santuario de la pasión futbolera, donde cada camiseta vendida era una promesa de lealtad renovada, de sueños compartidos y de un amor inquebrantable por el equipo que representa a toda una ciudad
