viernes. 26.04.2024

Ritmo lento y muchos negocios cerrados por el final del Ramadán

El final del Ramadán, a pesar de no ser un día festivo en el calendario laboral, lo es en la práctica para una gran parte de la población. En algunos sectores se nota especialmente. Cafeterías cerradas, menor número de taxis en servicio, autobuses vacios o un mercado de abastos letárgico son prueba de ello. Consultamos entre la población como viven este final del Ramadán, festivo de hecho para la población musulmana.

Este lunes se celebra el final del Ramadán, una fiesta que observan casi la mitad de la población de Ceuta de confesión islámica. Aunque no es un día festivo dentro del calendario la realidad es la que podemos ver, casi todos los servicios relacionados con la población musulmana permanecen cerrados. Esto provoca una autentica parálisis en la mitad de Ceuta, lo que por supuesto influye en el resto. Preguntaremos a la gente de Ceuta como viven este día tan peculiar.

Los taxis llegan con una frecuencia mucho menor, lo que obliga a la gente a esperar más tiempo para poder usar el servicio. Sin embargo a los usuarios preguntados no pareces molestarles y lo atribuyen a la normalidad de este día.

Algo similar ocurre con los autobuses, menor afluencia de público y todos los conductores musulmanes libres. La plantilla ha tenido en cuenta la naturaleza del día preparando las rotaciones de los conductores para que no afecten al servicio.

El mercado de abastos se encuentra casi vacío, la mayoría de los puestos cerrados y muy poco publico realizando sus compras, de nuevo se trata de una situación que se vive con normalidad dado que es habitual y como otras muchas tradiciones ocurre cada año.

Alguno de los concesionarios del Mercado Central considera que el problema no es este día puntual si no el cierre progresivo de muchos de los comercios de la plaza.

En la calle, el debate sobre si debería asignarse a este día la condición de festividad en el calendario laboral tiene diversas respuestas.

Ritmo lento y muchos negocios cerrados por el final del Ramadán