viernes. 26.04.2024
CRISIS FRONTERIZA

Consecuencias "catastróficas" tras dos años del cierre de la aduana comercial de Melilla

El día 31 de julio de 2018, casi sin avisar, Marruecos cerró la aduana comercial de Beni-Ensar en Melilla, Incluso dejando atrapados varios camiones, que no podian salir del paso fronterizo. Las consecuencias de esa decisión del reino alauita, han sido de gran calado, afectando muy seriamente a la econmía de la ciudad hermana, y es un reflejo de la crisis fronteriza que también ha vivido Ceuta.

El Gobierno de Marruecos declaro que el cieere de la aduana comercial en la frontera de Beni-Enzar con la ciudad española de Melilla era "una decisión normal y soberana". Una medida tomada sin previo aviso al Ejecutivo español y sin comunicación oficial. El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y de Servicios de la Región Oriental de Marruecos, Abdelhafid el Jaroudi, declaró en su momento que eran "los exportadores e importadores los que pidieron esta medida" para poder descargar los contenedores directamente en el nuevo puerto. El Gobierno de la ciudad autónoma de Melilla calificó de "unilateral" la decisión del cierre de esta aduana comercial que existia desde 1959 en la frontera de Beni-Enzar, la más importante entre ambos territorios, y la consideró una "afrenta enorme" para Melilla y España.

 

Las consecuencias de esa decisión fueron calificadas por los empresarios melillenses de "catastróficas". Había bastante movimiento de mercancía, lo que permitía que muchos comercios de Melilla vivieran dignamente, manteniendo puestos de trabajo, y dando vida a Melilla. Pero con el cierre de la aduana comercial se produjo el caos en los transportes. Además derivó que tránsito de mercancías hacia Marruecos, se desviase, como comercio "atípico" hacia el porteo en el Barrio Chino o los vehículos de Farhana.

 

 

 

Melilla ha recorddo constantemente la situación para exigir respuestas durante estos dos años, pero sus reclamaciones no han sido atendidas. El descenso en la actividad comercial y asfixia a la que se han visto sometidos todos los agentes del sector pone de nuevo la voz de alarma por la falta de contundencia del Gobierno español a la hora de encontrar una solución al problema.

 

Las protestas también las realizó el Consejo General de los Colegios de Agentes y Comisionistas de Aduanas de España, a través de mensajes en sus redes sociales. “Esta situación insostenible lleva a la ruina al sector aduanero”. Por ello, “Reclamamos a la administración una solución a este grave problema”. Por su parte, el Colegio Oficial de Aduanas y Representantes Aduaneros de Melilla también recordó, ante la falta de previsión de apertura de la frontera, la situación a la que se está enfrentando el sector y que “España no esté haciendo nada por resolverlo, porque estamos ante una situación crítica de nuestro sector”, lamentó su presidente, Antonio Mena.

 

El puerto de Melilla también ha demandado una solución durante estos ldos años de espera, instando oficialmente al Ejecutivo central a realizar “una actuación más intensa” para hacer posible la reapertura de la Aduana comercial con Marruecos.

 

La crisis de la covid llegó para agravar aún más la situación, y en cierta manera para blanquearla, ya que el cierre fronterizo por motivos de la pandemia parece "tapar" la situación precedente de bloqueo comercial, con la que Marruecos sigue asfixiando tanto a Melilla, como a Ceuta, sin visos de que vaya a cambiar.

 

Marruecos podría abrir de nuevo sus fronteras en septiembre, dependiendo de cómo evoluciones la situación epidemiológica, pero eso no significa que el comercio de mercancias vaya a regresa, de nínguna forma.

 

Sin ninguna otra solución sobre la mesa, el único camino viable, parece la reconversión de la economía de ambas ciudades autónomas, algo complejo y costoso, y que puede llevarse por delante a muchas empresas locales, y muchos puestos de trabajo.

 

El tesorero del Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Melilla, Andrés Cabrero ha reclamado "contundencia a Madrid, porque España debería de decir, muy bien, colaboro con esto u esto otro, pero no asfixies a la ciudad cerrando también el comercio legal”-  Cabrero aportó una solución a este problema: que la ciudad autónoma forme parte del Territorio Aduanero Comunitario (TAC), como hizo en su día Canarias, para que la frontera pase de ser de hispano-marroquí a euro-marroquí. “Así estaríamos en igualdad de condiciones y no tendríamos que soportar arbitrariedades de un país vecino”, ha afirmado

 

Consecuencias "catastróficas" tras dos años del cierre de la aduana comercial de Melilla