sábado. 19.10.2024
OBITUARIO

Rafael Carrasco: adiós a un pionero de la gastronomía ceutí

Con profunda tristeza, Ceuta despide a Rafael Carrasco, cofundador junto a su hermano José María del icónico restaurante El Refectorio, que durante más de tres décadas ha sido un referente en la gastronomía local. Rafael no solo dejó huella por su innegable talento culinario, sino también por su pasión, su dedicación y su empeño en elevar la calidad de la mesa ceutí.

 Rafael y José María Carrasco durante el homenaje que les rindió la I Semana Gastronómica de Ceuta.
Rafael y José María Carrasco durante el homenaje que les rindió la I Semana Gastronómica de Ceuta.

Corría 1993 cuando los hermanos Carrasco abrieron las puertas de El Refectorio, un local que nació "como una broma, algo para los amigos", en palabras del propio Rafael. Pero lo que comenzó como una aventura desenfadada, pronto se consolidó como una de las propuestas más destacadas de la ciudad. Su filosofía, basada en la excelencia y en el cariño con el que trataban cada producto, convirtió al restaurante en una segunda casa tanto para clientes como para amigos.

Rafael fue un pionero en traer a Ceuta productos de la mejor calidad, como los vinos de Ribera del Duero, y siempre mantuvo su compromiso de ofrecer a sus comensales lo mejor de la gastronomía, desde las carnes traídas de Oviedo hasta los platos especiales que reinventaba cada domingo. "Si yo tengo un cliente que viene cuatro veces al mes, no le puedo ofrecer siempre lo mismo", solía decir Rafael, mostrando así su constante afán por innovar y sorprender.

La vida de Rafael fue un reflejo de su pasión por la hostelería, una profesión que siempre consideró más un hobby que un negocio. "Al que no le guste la hostelería que se dedique a vender pantalones", decía con su habitual franqueza, consciente de que la restauración es un trabajo sacrificado, pero lleno de recompensas. Entre ellas, los muchos momentos compartidos con clientes que con el tiempo se convirtieron en amigos.

El legado de Rafael es indudable: no solo dejó su huella en los fogones de Ceuta, donde marcó el camino para otros restaurantes, sino también en la memoria de todos aquellos que disfrutaron de su comida y su hospitalidad. Aunque lamentaba no tener un relevo generacional que continuara con la broma que fue El Refectorio, Rafael nunca dejó de disfrutar de su oficio hasta sus últimos días, al pie del cañón y siempre con una sonrisa.

Su ausencia deja un vacío enorme, pero su legado gastronómico y humano perdurará en cada rincón de su querido Poblado Marinero. Descanse en paz, Rafael Carrasco, un hombre que vivió la cocina con el mismo amor con el que trató a su ciudad y a quienes le rodeaban.

Con la partida de Rafael Carrasco, Ceuta pierde no solo a un referente indiscutible de la restauración, sino también a un ser humano que dejó una huella imborrable en la sociedad local. Durante tres décadas, junto a su hermano José María, Rafael construyó mucho más que un restaurante con El Refectorio; forjó un espacio de encuentro, de amistad, de calidad humana y gastronómica.

Rafael, con su pasión desbordante por el buen hacer y su búsqueda incansable de la excelencia, fue un pionero en el sector de la hostelería ceutí. No solo trajo innovaciones a la cocina local, como la introducción de vinos de la Ribera del Duero, sino que su forma de tratar a sus clientes, como si cada uno de ellos fuese un amigo que visitaba su casa, marcó una diferencia inigualable. Este trato cercano, casi familiar, sumado a su dedicación a la calidad de los productos y a la autenticidad de cada plato, es lo que hizo de El Refectorio un emblema de la ciudad.

Ceuta le debe a Rafael un capítulo brillante de su evolución culinaria elevando la experiencia gastronómica a un arte, creando una atmósfera que hoy muchos recordarán con gratitud y admiración. La partida de Rafael deja un vacío profundo en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, pero su legado trasciende las paredes de su restaurante. Las risas, los buenos momentos y las amistades que florecieron en su mesa son testamento de su verdadero impacto.

Que su memoria permanezca siempre viva en el recuerdo de su familia y cercanos, y de todos aquellos que tuvieron el honor de compartir con él una mesa, una conversación o simplemente una sonrisa.

Rafael Carrasco: adiós a un pionero de la gastronomía ceutí