La llegada del verano no solo no ha atenuado el problema fronterizo, sino que en las últimas semanas este se ha visto incrementado. El motivo no es otro que el incremento de los controles en el lado marroquí de la frontera, especialmente en lo que se refiere a los vehículos, lo que sumado a las obras que se están desarrollando en la N-352 y sus inmediaciones, está generando retenciones en la zona que superan, durante muchas de las tardes, la barriada de Juan XXIII.
Al problema del tráfico se viene sumando en las últimas semanas, además, el de las avalanchas de porteadores que, ya entrada la tarde y tras acceder a la ciudad en las primeras horas del día a través del Tarajal II, tratan de regresar a Marruecos empleando la frontera convencional.
El nuevo equipo al frente de la Delegación del Gobierno trabaja ya para tratar de encontrar soluciones a este problema que viene marcando la agenda de las administraciones públicas desde hace dos años y que para Salvadora Mateos es una prioridad.
A todas estas circunstancias se suma, además, el desarrollo de la Operación Paso del Estrecho, cuya fase de salida comenzaba el pasado 15 de junio y que incrementa el número de vehículos que pretenden acceder a Marruecos desde la ciudad.