Llenar un Auditorio de casi 700 personas es difícil. Hacerlo dos veces en cuarenta y ocho horas, casi una hazaña. Y esto es lo que ha hecho el Ballet de Rosa Founaud, en ese momento del año en que las distintas academias exhiben lo mejor de si.
"Emociones" era el título de la obra escogida para este espectáculo. Una obra que, como reconocía su directora, "estaba planificándose desde el pasado año". Primero el trabajo de producción -vestuario, maquillaje, etc-, concluido antes de empezar a ensayar las coreografías el pasado mes de febrero.
El trabajo "hubiera sido imposible sin mis cuatro empleadas", dice Founaud, y la implicación para ello para una escuela de 200 alumnos "que no cabían todos de una tacada", cuenta la veterana profesora. Es por ello por lo que se habilitan dos días de exhibición. Y además, con un matiz solidario; toda la recaudación va destinada a la Protectora de Plantas y Animales.
Mientras, el cuadro de baile conjuga como puede los nervios. Desde alguna pequeña que echa en falta a sus padres hasta otras que, a sus diez años, nos dicen que no saben si aprendieron antes a bailar que a andar. O tres hermanos a los que le toca el papel de cocineros.
Emociones. El espectáculo con el que se cierra la temporada de Rosa Founaud y que volverá a escenificarse el 18 de noviembre,en una representación para el Colegio de Psicólogos. Y, aunque ella lo niegue, con Founaud pensando en el espectáculo de 2019.
