viernes. 26.04.2024

Las imágenes no dejan lugar a la duda. Aprovechando la noche y el vacio de las calles, estos dos individuos se suben a la piscina, perdón, fuente de la plaza de correos y se dedican a bañarse y a jugar.

 

Un ejemplo de la realidad de Ceuta en estos meses, cuando se realiza este hecho con total impunidad. En primer lugar, no solo está prohibido bañarse en las fuentes según las Ordenanzas Municipales sino que el peligro para la salud en la fuente es cuanto menos cuestionable. En los últimos años todas las fuentes ornamentales que se han construido incorporan un sistema de cloración automático, que garantiza una aportación ajustada de cloro, pero no hay constancia de que fuentes más antiguas dispongan de este sistema. Son muchos los animales que beben de estas fuentes o se introducen en ella, lo que puede suponer un riesgo, aunque no elevado, para las personas.

 

Segundo, el riesgo de lesiones debido a una posible caída desde la altura de la fuente y que podría resultar en heridas graves. Un estampa que resulta, como mínimo, chocante y que deja una imagen lamentable de Ceuta de cara al turismo y al entorno que se quiere transmitir de la Ciudad como ciudad apetecible para visitar.

Baños en la fuente de la plaza de Correos