Izquierda Unido ha sido muy crítica a la externalización de las fronteras de Europa, de la cesión del control de las fronteras a terceros países, como en los casos de Libia y Turquía, y los pactos entre la Unión Europea y estos países.
El martes, en Tánger, recogieron los testimonios de decenas de migrantes, muchos de ellos menores de edad, que viven hacinados en pisos que ocupan hasta 30 personas. Relatos de violencia sufrida a ambos lados de la frontera. Denuncian como fuera de toda legalidad internacional, las devoluciones en caliente, que también son narradas por los migrantes.
La situación de las porteadoras también preocupa a Albiol que las trasladará la próxima semana al debate de la Comisión de Libertades, Justicia y Gobierno Interior del Parlamento Europeo.
También han opinado sobre el anuncio del ministro de interior de la próxima inversión 12 millones de euros para reforzar la valla, continuando con las políticas de represión y criminalización y que deberían dedicarse, a su criterio, a políticas de acogida.
