viernes. 05.07.2024

Es un ejemplo más, sólo uno más, de entre muchos otros, de la falta de diligencia con la que se mueve la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos. Da igual que se trate de actualizar normativas (ordenanza de terrazas y veladores), de cumplir con las obligaciones impuestas desde Europa (Zona de Bajas Emisiones o Gestión de Residuos), de impulsar el Plan General de Ordenación Urbana, del Plan de Movilidad Sostenible, o de la gestión más del día a día. A 3 de julio, las playas de la Bahía Sur siguen tentando cada día con sus aguas a miles de bañistas ceutíes que en este 2024 están expuestos a las medusas por la falta de planificación adecuada por parte del área que dirige Alejandro Ramírez con su viceconsejera, Mina Mohamed, sus directoras generales: Aurora Visiedo, Cristina Zafra, Tamara Guerrero y su director general Whalid Ahmed. Más de 490.000 euros al año suman todos sus salarios.

El Parque Marítimo del Mediterráneo abrió sus lagos al baño el pasado 17 de mayo. La Consejería adjudicó el contrato para la instalación del sistema de balizamiento y de redes de contención de medusas y recogida de residuos flotantes el pasado 30 de abril. Desde entonces, han corrido los plazos, pasado las semanas y los meses y las redes siguen sin instalarse. Según lo que se recoge en el Portal de Contratación, inexplicablemente se fijó la formalización del contrato entre 21 y el 26 de junio. Cuando en realidad, el plazo que marca la Ley es el de 15 días hábiles desde la adjudicación para la formalización. Debería haberse firmado en mayo, lo que habría permitido llegar a tiempo para que las redes estuvieran instaladas el 7 de junio, que es cuando el mismo pliego del concurso establece que deberán estar en servicio las redes antimedusas el próximo año (desde el 6 de junio), dado que la adjudicación del trabajo es para 2 años.

A pesar de eso, nada ha impedido que la empresa que gastó el concurso por 364.000 euros sí haya instalado ya el sistema de balizamiento, no así las redes antimedusas.

El propio Gobierno de la Ciudad despachó un comunicado el pasado 10 de mayo para dar traslado de lo que se había tratado en la reunión que pilotó el propio Ramírez junto a los responsables de Obimasa del Comité de Gestión de Playas.

Ramírez precisó entonces que “el objetivo que siempre se ha marcado la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos es que las playas puedan estar disponibles para el disfrute de la ciudadanía a finales de la próxima semana”, esto era mediados de mayo.

Mes y medio después, una de las instalaciones estrella de la temporada de verano, la red contra las medusas sigue sin instalarse. Entonces, en aquella reunión del 10 de mayo, ya se habló por parte del Gobierno de que el contrato se encontraba “en sus últimos trámites para su adjudicación”. En realidad, según la plataforma de contratación se adjudicó el 30 de abril. Si el consejero desconocía entonces que ya estaba adjudicado o se refería a esos “últimos trámites para su adjudicación” a que corrieran los 15 días hábiles para la formalización del contrato poco importa al resultado práctico final.

Lo de las redes antimedusas es sólo un apunte más en un verano que parece haber cogido por sorpresa a los responsables de la Consejería. Obras a finales de junio para acondicionar la playa de San Amaro tras años de demandas vecinales al respecto, la apertura en dos tiempos de los ascensores que dan acceso a Ribera y Chorrillo por falta de mantenimiento del primero, y un chorreo de contratos menores adjudicados entre mediados de abril e incluso finales de junio dan cuenta de cierto atropello en la gestión de la temporada de verano por parte del área de Ramírez.

Sobre esto último son especialmente significativos los tiempos. A priori y para trabajos de menor envergadura que se adjudiquen los mismos a mediados de abril no debería suponer demasiado problema, si bien la tónica habitual en Fomento durante los últimos años es que una vez adjudicados trabajos se demore en el tiempo a veces durante meses la ejecución de los mismos. Algo parecido a lo que está pasando con la red anti medusas. Como ejemplo más significativo de todo esto otro elemento nuclear del dispositivo de playas. El ascensor de la Ribera debía haberse convertido en panorámico a finales de 2019 en un contrato que se llegó a formalizar con la empresa adjudicataria y del que nadie parece saber nada ahora en Fomento.

Sólo un apunte más no fue hasta el 26 de junio cuando la Consejería contrató el suministro de dispensadores de agua para las casetas de servicios de las playas.

Las playas siguen sin red anti medusas a 3 de julio, dos meses después de adjudicar el...