Los bomberos llegaban unos minutos de las 12 de la noche a la zona del Príncipe donde ardían los vehículos, tras recibir el aviso de incendio. Un fuego que comenzó en dos coches abandonados, propagándose a otros vehículos abandonados en las inmediaciones.
6 agentes del SEIS, han empleado casi hora y media para poder extinguir el fuego, trabajando incansablemente hasta la 1 y 20 de la madrugada. Para combatir el incendio y evitar que se extendiese aún más, han empleado unos 16-000 litros de agua. Se trataba de vehículos abandonados, en algunos casos prácticamente chatarra, que ardían con facilidad, lo que ha causado la problemática para extinguir este incendio.
Un episodio que se ha saldado sin daños personales, gracias al trabajo de los Bomberos, pero que por la magnitud del fuego y el número de vehículos implicados, se ha tratado de un fuegos de gran peligrosidad que podría haber tenido consecuencias mucho peores.
