viernes. 26.04.2024

 

 

Cuando por primera vez el máximo galardón de las letras mundiales era concedido a un cantante, Bob Dylan, se abrió un interesante debate sobre si era el primer Nobel "moderno" o, por el contrario, suponía volver a los más profundos orígenes de la Literatura; premiar aquellas historias cantadas como la Odisea de Homero. Los viajes de Ulises, Rey de Ítaca, se consideran como el primer gran libro -religiosos aparte- de todos los tiempos, con presencia especial en Ceuta. A la hoy Ciudad Autónoma no solo la mencionan algunos de los mejores intelectos de la Grecia clásica; también es una de las Columnas de Hércules y nido de los amoríos entre Ulises y Calipso (o Circe, según la versión consultada). Esto ha servido de inspiración para que en los últimos años el callejero ceutí se vaya cubriendo de estatuas que hacen mención al pasado clásico de la ciudad. Responsable de su elaboración es Ginés Serrán: escultor nacido en Ceuta y que desde su adolescencia lleva recorriendo el mundo.

 

Serrán considera que la historia puede ser, también, un motor para que Ceuta se conozca en todo el mundo.

 

El escultor, que pasará los primeros meses del año exponiendo en China o Estados Unidos -paises en los que reside habitualmente- cree que Ceuta debe ser considerada como "una segunda madre", entroncando esto con la línea de pensamiento que aprendió en las reservas indias en las que pasó parte de su vida

Serrán apuesta por la cultura como motor económico de Ceuta