Los dos pantanos de nuestra ciudad acabarán 2018 con una capacidad superior al 60%. En total, entre ambos suman 2.289.680 metros cúbicos, casi un millón más que el 1.246.879 con el que se cerró el 2017, pese a haber llovido menos. El motivo es bien sencillo: unas obras de mantenimiento en el Embalse del Renegado han dejado, en exlcusiva, la distribución de agua para la Planta Desaladora durante los últimos meses.
Por partes: el Renegado acumula 884.276 metros cúbicos, frente a los 540.870 del Pantano del Infierno. Según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Sur, la suma de ambos -1.425.146- supone un 62,24% del total de capacidad.
Se espera, no obstante, que esta capacidad aumente en los últimos días del año, siquiera levemente, debido a las lluvias que se esperan para las últimas horas de un 2018 en el que, afortunadamente, la ocupación de los pantanos no ha sido noticia. Nunca se bajó del 50% en total a lo largo del presente año.
