Unos 15 individuos lograron alcanzar la primera zona alta del vallado, donde fueron asistidos por la Guardia Civil para descender sin poner en peligro su integridad física. A pesar del acercamiento, no se registraron entradas por parte de los inmigrantes.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 7:30 de la mañana, momento en el que las autoridades españolas desplegaron un operativo para controlar la situación. La Guardia Civil requirió la intervención de los bomberos para auxiliar a los individuos que se encontraban en la valla, garantizando así su seguridad durante el descenso.
Además, siguiendo el protocolo establecido en estos casos, Cruz Roja también intervino para brindar asistencia humanitaria a los inmigrantes y asegurar que recibieran la atención necesaria.
El intento de entrada se produce en un contexto de alta vigilancia en la frontera y coincidiendo con una festividad religiosa importante, lo que genera una mayor atención por parte de las autoridades.