La historia del inquilino de González de la Vega 4 viene de largo. Se trata, como hemos contado en varias ocasiones, de un residente legal del inmueble, que es de titularidad pública y que pertenece a la Ciudad Autónoma. Es, por tanto, esta es la encargada de realizar los trabajos de reparación y mantenimiento.
En este contexto, la vivienda de la segunda planta en la que habitan este hombre con su hija y nieto sufrió hace unos años dos peligrosos desprendimientos del techo en el cuarto de baño y la cocina. Los desprendimientos fueron causados por las humedades generadas en el piso superior que mantenían todos los techos y parte de las paredes con manchas y moho.
En esta primera ocasión la Ciudad reparó los techos. Sin embargo, tras solo unos meses, los techos volvieron a desprenderse. Desde ese momento la familia del inquilino ha emprendido una cruzada para conseguir que la Consejería de Fomento arregle la vivienda.
Una larga lucha con meses de reclamaciones por escrito y llamadas de teléfono que finalmente parecía que había encontrado solución puesto que Fomento aseguró a la familia que repararían los techos. En junio se comprometieron a que la obra, que realizaría Obimasa, estaría acabada en el plazo de un mes como máximo. Una obra que comenzó ese mismo mes. Una obra que no ha concluido nunca.
La familia ha vuelto a denunciar la situación ya que más de dos meses y medio después de adquirir el compromiso el estado de los techos sigue siendo lamentable, como se puede ver en las fotografías de hoy mismo de la vivienda.
Una vez más piden que la Ciudad y Fomento se responsabilicen y acaben la obra en condiciones ya que, dicen, “el techo del baño no lo han acabo y el de la cocina ni lo han empezado” Una situación que se eterniza para esta familia y que preocupa cómo pueda afectar a la salud del inquilino.