La comparsa de Los Camarones llega bajo la dirección de Oscar Olmo con letra de Sito Pérez. Han comenzado sin luz y con tono flamenco una presentación en la que vienen a enseñarnos "todo lo bueno" que hay en la ciudad y cómo se vive el carnaval, retratada por los camarones de fotos del tipo de la agrupación.
El primer pasodoble ha cantado a la guerra de Ucrania, no dudando en llamar "hijo de puta" a Putin por el que todos los días mueren miles o la doble moral de la celebración del mundial donde las leyes niegan los derechos a las mujeres o mueren los trabajadores porque así son sus normas.
En la segunda copla también critica feroz, cayendose la cara de vergüenza de una madre, pidiendo una vida de presión, para los "malnacidos" hijos que quitan la vida a las mujeres.
En los cuplés han recordado el simulacro de aviso de emergencias, con mención obligada a Verdejo y Vivas. Han replicado a los de la Conquista del pan y sus "culitos de panadero".
Un popurrí pidiendo una "fotito" para no "olvidarme de ti" que vida no hay más que una, cantando al carnaval y su veneno, de cuando los grandes eran pequeños y de los sueños que se viven en Carnaval, recordando las actuaciones en el Siete Colinas. También han dedicado unas palabras a los abuelos y sus recuerdos durante la infancia. Un carrete lleno de recuerdos que tocan el corazón, con una mordida de reivindicación ante los incendios de nuestros montes.
Otra actuación memorable que ha concluido con una ovación del público, cerrando prometiendo "verse en la calle, en una esquina o en un parque" y volver a soñar, recordando a Las salaitas.
