Casi 3.000 camisetas rosas. 3.000 elásticas que representan una fecha cualquiera, un día más, pero una bandera en la lucha que cada vez es más contínua por parte de la sociedad: aquella emprendida contra el cáncer. El evento tendría que haberse celebrado coincidiendo con el Día de la Mujer, pero las fuertes lluvias lo impidieron.
El caso es que el ambiente era el mismo de cada carrera. Acompañaba el tiempo, y habia 'buen rollo' en una carrera en la que participaban familias, amigos, asociaciones de vecinos, cofradías, mayores, niños, gente de todas las religiones... Una representación diversa de Ceuta, de su sociedad, unida para pasar un buen rato, hacer algo de deporte y colaborar con una causa que, insistimos, nos es común a todos.
Lo sabe bien Nabila Benzina, que acude como consejera de Sanidad y Servicios Sociales, que destaca la gran participación y la cantidad de servicios implicados para esta carrera, cuya salida da el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. Primero los más pequeños, luego gente de todas las edades, en una celebración en la que queda patente aquello de la participación por encima de la victoria, de quedar primero o segundo.
Pero lo saben bien, sobre todo, Hilda Castro y Jesús Ferreiro. Probablemente, por los cargos que ostentan, las dos personas más interesadas en que se celebrara la carrera. Ella es la presidenta de la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizadas; el del de la Asociación Española contra el Cáncer.
Los dos destacan una palabra por encima de todas: investigación. "Salvo la subvención, que usamos para el mantenimiento de nuestra entidad, todo el dinero que recaudamos tanto en fechas como esta como a través de otras vías va dedicado a la investigación", explica ella una vez más. El apuesta también por la investigación, "porque es la manera" de vencer a la enfermedad. Ello, al margen de programas asistenciales que desempeñan ambas entidades, de acompañamiento a los enfermos o a los familiares.
El día acompaña. La música, con Jesús Alonso 'Dj Poyito', a los mandos, también. El sol embellece una jornada de esperanza, en la que el color rosa se convierte en bandera de una de esas causas comunes. No hay una sola familia que no tenga una pérdida que llorar, un enfermo por el que desvelarse como consecuencia del maldito cáncer. Pero también, por ello, una ilusión cada vez que se hace público un nuevo avance farmacológico. Desde la ciencia: variables, números, ensayos, probabilidades, y desde la investigación. Esa que es un poco más robusta -aquello del ladrillo a ladrillo para levantar un muro- gracias a actos como el que ha teñido a Ceuta de rosa.
