El pacto para la investidura ha puesto de manifiesto la importancia de la atención médica en esta ciudad autónoma y, por extensión, en Melilla. Uno de los puntos fundamentales de este acuerdo se centra en la mejora de la sanidad pública y su posible transformación a través de un decreto que obligaría a todas las autonomías a implementar reformas. A pesar de que Ceuta y Melilla dependen directamente del Ministerio de Sanidad, los desafíos en el ámbito de la salud son evidentes.
Jesus Lopera, director territorial de INGESA en ha señalado queCeuta, como ciudad autónoma, podría considerarse un microcosmos de lo que podría ocurrir en otras regiones si se aprueba este decreto. En términos generales, la atención médica en la ciudad presenta algunas peculiaridades. Aunque dependen directamente del Ministerio de Sanidad, Ceuta y Melilla son dos ciudades relativamente pequeñas. Esta circunstancia plantea un dilema: ¿puede ser un ejemplo de lo que se espera implementar a nivel nacional en comunidades autónomas más grandes?
Dentro del panorama de la atención médica en Ceuta, “se ha realizado un importante esfuerzo para mejorar la atención primaria” ha explicado Lopera. “Esto incluye mejoras en la salud bucodental, la salud mental y la atención primaria en general. El objetivo es adaptar los cupos de pacientes por médico y enfermera a la media nacional. Si bien los números aún no cumplen con esta meta, se vislumbra un futuro prometedor durante la próxima legislatura, siempre y cuando se materialicen los compromisos de inversión en servicios públicos”.
Sin embargo, la situación actual no está exenta de desafíos. Las listas de espera y la capacidad de respuesta de la atención médica en Ceuta son asuntos que generan preocupación. En este sentido, el objetivo para INGESA es que el cupo de pacientes por médico de familia se aproxime a 1.500 usuarios por facultativo. Actualmente, este número se sitúa en torno a 1.700. Además, en el caso de la pediatría, se busca reducir el cupo a alrededor de mil pacientes por pediatra.
La inversión en recursos materiales y humanos también es un punto clave. Por ejemplo, la inversión en una sala de hemodinámica de aproximadamente 700,000 euros ha generado expectativas, pero se requiere personal especializado para ponerla en funcionamiento. En el caso de la cardiología, es fundamental contar con un equipo de especialistas para aprovechar este recurso.
El facultativo ha expresado que “la falta de especialistas es un problema común en muchas áreas de la atención médica en Ceuta, como hematología, dermatología y oncología”. La contratación de nuevos facultativos es esencial, y a corto plazo se buscará cubrir estas plazas si hay profesionales disponibles. La falta de recursos financieros no es un obstáculo, ya que el INGESA tiene los medios para llevar a cabo estas contrataciones.
En el tema de las listas de espera, es importante para Lopera aclarar que estas no están cerradas deliberadamente, sino que reflejan la falta de facultativos disponibles. “Cuando existen más especialistas, se abren nuevas consultas. La situación de falta de personal en especialidades como traumatología y dermatología se abordará de manera progresiva, con modificaciones en los servicios mínimos y derivaciones a la península si es necesario”.
La inversión en servicios públicos y la contratación de especialistas son pasos cruciales para garantizar una atención médica de calidad en esta ciudad autónoma. La atención primaria y la reducción de las listas de espera son aspectos prioritarios para el futuro de la salud en Ceuta.
