José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha concedido una entrevista a Eldiario.es en la que analiza cuál es la situación de las relaciones con Marruecos tras la crisis del pasado mes de mayo. Una crisis en la que él aún no era titular de la cartera de exteriores y cuyas consecuencias siguen siendo evidentes, tanto en Ceuta como en el plano de las relaciones entre los dos países, entre otras cuestiones porque la embajadora marroquí aún no ha regresado a Madrid.
En lo que se refiere a las relaciones con el país vecino en este momento, 8 meses después de la entrada de en torno a 12.000 marroquíes en nuestra ciudad, Albares ha señalado que “estamos construyendo una relación del siglo XXI y estamos mirando hacia el futuro”. De hecho, en la entrevista en Eldiario.es, el ministro prefiere quedarse con la parte positiva de estas relaciones, la que tiene que ver con el control de la inmigración “solamente en el periodo de Navidad, en unos 15 días, se ha impedido el salto a las vallas de Ceuta y Melilla de más de 1.000 personas. Eso sería muy difícil conseguirlo sin la colaboración de Marruecos”.
Una entrevista en la que el ministro de Exteriores subraya, además, que “mi relación con mi homólogo es muy fluida y es probablemente el ministro de Asuntos Exteriores del mundo con el que tengo un mayor número de conversaciones y de contactos”. Un contacto fluido pese al que, por el momento, no se ha producido el retorno de la embajadora a nuestro país, que como recordarán salió del mismo tras la crisis producida por el tratamiento sanitario a Brahim Ghali y la posterior entrada masiva en Ceuta. Un no retorno para el que no hay fecha, pese a lo cual, Albares señala que la embajada de Marruecos en España “está abierta y hay un encargado de negocios al frente de ella”, y afirma que le gustaría que la embajadora regresara, aunque las relaciones siguen siendo muy fluidas.
Para que regrese, ha señalado, las relaciones entre las dos partes tienen que seguir avanzando “establecer esos distintos puntos en los que queremos cooperar, porque es mutuamente beneficioso para ambas partes”. “Tenemos que evitar – ha insistido – cualquier tipo de acción unilateral que pueda desestabilizar la confianza del otro, y yo estoy seguro que más pronto que tarde daremos los pasos para consolidar esa relación del siglo XXI”
