Quien piense que el legado de Félix Rodríguez de la Fuente se limita a los que vieron en su momento "El Hombre y la Tierra" o crecieron conmocionados por la tragedia de su muerte, se equivocan. Cuarenta y un años después de su fallecimiento, la leyenda del 'Ámigo Félix' sigue vigente. De hecho, la última parada fue Ceuta. El pasado viernes, su hija Odile visitaba una ciudad que no conocía "pero con la que siento he tenido un flechazo" como última parada del eterno legado de su padre.
Fue en el 'Ortega y Gasset': un colegio "que me encantó, es como un pequeño pueblecito, pero que vi algo deteriorado. Es una pena, porque creo que es por una suerte de desencuentros entre administraciones", para inaugurar el "Jardín de las Hespérides". Ella no conocía la Ciudad Autónoma, "pero es muy emocionante que me llamen de un lugar al que creo que el resto de España debería conocer mejor. No se le hace justicia. Volveré".
Sobre su padre, admite que el apellido "no solo no me pesa, sino que me enorgullece que cuatro décadas después, a chavales de siguientes generaciones, cuyos padres eran niños o incluso no habian nacido entonces, sigan acercándose a su figura". Considera que su padre fue "un auténtico visionario: ya hablaba de cuestiones que hoy en día están en pleno debate de la actualidad", como el cambio climático. "Hoy en día tenemos hasta un ministerio de Transición Ecológica", deja caer. Imagina que su padre hubiera vivido con preocupación fenómenos posteriores a su muerte, como la capa de ozono o el debate sobre el cambio climático.
Rodríguez De la Fuente admite que, cuando su padre muere, su madre tuvo un papel trascendental. "Al margen, lógicamente, de la pena del fallecimiento de un padre, ella consiguió que creciéramos con normalidad, yendo al mismo colegio, manteniendo una rutina. Fue fundamental", agradece.
¿Se debería reponer El Hombre y la Tierra?. El debate lo considera superado "puesto que con las nuevas tecnologías está al alcance de todo el mundo, en cualquier momento", señala, y desde la creación de la Fundación "notamos muchos datos, muchas consultas, muchos mensajes" de cariño hacia el conservacionista. Ella considera que "ha habido mucha gente que ha intentado seguir el camino de la divulgación científica y natural", pero aún no se ha ocupado el camino de su padre.
A Félix Rodríguez De la Fuente lo descubrieron muchos 'amigos del misterio' cuando hace algunos años Iker Jiménez le dedicó un monográfico. "Iker es amigo, habla desde el respeto a la figura de mi padre, y desde el corazón, y se notó en el programa". No sabe si a raiz de esa emisión el 'algoritmo' aumentó las búsquedas sobre su progenitor, pero el programa le pareció "magnífico".
Un hombre que murió en Alaska, tras sufrir un accidente de aviación. Ella si ha visitado el lugar "en el que mi padre murió. No exactamente el sitio donde ocurrió la tragedia, pero si Anchorage y los alrededores". Ahí sigue recordándose a aquel español que, en una frase maldita, dijo que aquel era un hermoso lugar para morir. Minutos después, la tragedia y el nacimiento de una leyenda que sigue propagando, por todo el mundo, su hija.
