Ocurre en prácticamente todos los puntos de la ciudad: escolleras, monte bajo, tras unos contenedores o en un cajero. Es la imagen más dura de esta crisis; la de los niños durmiendo en la calle, como en la fotografía que acompaña la información. En pleno centro de Ceuta, en calle Cervantes, bajo el edificio de Correos en la Plaza de España.
Mientras el debate político /jurídico gira en torno a la devolución o no de los menores, a la reagrupación o no en otras autonomías, a la reforma -o no- de la Ley del Menor, la realidad no engaña: en pleno siglo XXI tenemos a niños durmiendo en la calle en pleno centro de Ceuta.
Bien es cierto, por desgracia, que no es el primer caso. Antes, al contrario, en Ceuta sabíamos muy bien de qué hablábamos cuando el resto del territorio nacional descubrió el significado del acrónimo MENA. Podremos estar, o no, de acuerdo con cualquiera de las tesis que la ley ofrece; ser partidarios de la devolución en general o estudiar caso por caso. Podemos mirar con más o menos simpatía a estos menores. Eso, a gusto de cada cual. Pero una cosa es innegable: tenemos a niños durmiendo a la intemperie en las calles de Ceuta en pleno año 2021, con los problemas de insalubridad -además- para ellos y para el resto de ciudadanos. Y, quizá, en lo único en que estemos todos de acuerdo es en que esta no es, precisamente, lo que llamamos una buena noticia.
