jueves. 02.05.2024
CORONAVIRUS

Cierre de la frontera: medio año y más dudas que respuestas

Este domingo, 13 de septiembre, se cumplen seis meses desde una decisión en principio provisional, pero que de momento no atisba un final cercano: el cierre de las fronteras terrestres entre España y Marruecos. Ceuta y Melilla llevan, desde entonces, con los pasos fronterizos cerrados, con varias personas atrapadas en nuestra ciudad y conviviendo la incertidumbre económica y social que genera dicho cierre

Si algo hemos aprendido los periodistas desde que comenzara la pandemia es, aparte de a famliarizarnos con términos como serología, PCR, test rápido o prevalencia, es a que todo puede cambiar en cuestión de minutos. Ejemplo: la madrugada del 12 de marzo de este año. Todos los medios de comunicación llevábamos en nuestras portadas una noticia histórica, confirmada sobre las 22.00 horas de ese día: la suspensión de la Semana Santa por primera vez desde los tiempos de la Guerra Civil española. Sin embargo, aquella noticia fue rápidamente desplazada, se había quedado antigua pese a su indudable trascendencia en un par de horas. Al filo de la medianoche, Delegación del Gobierno confirmaba el cierre provisional de la frontera.

 

Hay que aclarar que el cierre de la frontera tiene que ser acordado por ambos países, a pesar de que el término "cierre" se use coloquialmente cuando la circulación entre ambas partes es imposible por atascos en uno u otro lado o frontera se emplee también para referirnos a pasos consentidos, como el de Benzú. Sin embargo, aquella noche ambos países acordaron, biltateralmente y de modo conjunto, cerrar las fronteras. La primera consecuencia la vivíamos en la mañana siguiente: un grupo de atrapados (empezamos a familiarizarnos con el término en pocas horas) reivindicaba cruzar El Tarajal. Se trataba de personas a las que el cierre sorprendió en tránsito hacia Ceuta y a las que no dio tiempo a cruzar antes de que se confirmara el aislamiento entre los dos lados. Horas después, algunos volvieron a andar sus pasos, pero otras personas se concentraron entre la Explanada de Juan XXIII y la propia frontera en demanda de poder pasar. Demanda que no tuvo éxito: Marruecos fue uno de los pocos países del mundo en no admitir el regreso ni siquiera a sus propios nacionales durante los momentos más duros de la pandemia.

 

 

Posteriormente, en aquellas semanas de caos -repetimos: hace seis meses, aunque parezcan décadas- estas personas fueron acogidas en función de su edad en varios lugares. Los más pudientes, en casas de alquiler. Otros, sin embargo, se distribuyeron entre el Pabellón de La Libertad y el Polideportivo de Santa Amelia, además de en algunas mezquitas de la barriada de El Príncipe o por Luna Blanca. La situación generó no pocas tensiones; coincidía, además, el confinamiento con el Mes Sagrado del Ramadán, y la preceptiva ruptura del ayuno. Algunos vecinos llegaron a concentrarse, cacerola en mano, frente a "La Libertad" en protesta por el incivismo de algunos de los allí acogidos.

 

La frontera, mientras, seguía cerrada, al igual que el puerto. Se abría para que algunos turistas que andaban en Marruecos, principalmente caravanistas españoles y franceses pudiesen volver a sus países de origen. Pero solo en una dirección. Y todo ello, con un rumor que al final acabó por confirmarse: no habría Operación Paso del Estrecho o de haberlo sería por puente aéreo entre algunos países de origen (Bélgica, Francia, Holanda) o con barcos entre Algeciras y Tánger. Con salidas y horarios anunciadas de antemano.

 

Así las cosas, a finales de mayo se abrió un rayo de esperanza para los marroquíes atrapados en Ceuta. Se producían los denominados 'corredores humanitarios', término tan de película o crónicas de guerra, para que algunos magrebíes pudieran regresar a sus hogares. Pero la historia no siempre tuvo un final feliz: solo podían regresar a Marruecos las personas admitidas por aquel país, y muchas que figuraban en un listado tuvieron que ver como, a pie de la frontera, se les volvía a indicar que se quedaban en Ceuta. Muchas de ellas fueron trasladadas desde La Libertad a una nave en los Polígonos de El Tarajal, y otras tantas, a unos albergues en Piniers. En ambos casos, gestionados por Cruz Roja

 

Y más consecuencias: los últimos datos aportados por Delegación del Gobierno hablan de un descenso en la mitad de las cotizaciones a la Seguridad Social en el sector de la limpieza doméstica. Sectores como el comercio o la hostelería, tan íntimamente ligados en los últimos años al buen flujo fronterizo, se están resintiendo tremendamente. Y mientras, Marruecos ha dejado caer en más de una ocasión la posibilidad -"No hay noticias al respecto", insisten en Interior- de que la reapertura de las fronteras con Ceuta y Melilla no permita el trasiego a través de las mismas de ciudadanos comunitarios. Para culminar el sainete, Mohamed VI 'entra hasta la cocina' en aguas jurisdiccionales españolas.

 

Mientras, la situación al otro lado no es ni mucho menos cómoda. Recientemente, en Nador se prohibía una concentración para pedir la reapertura de la frontera con Melilla, varios escolares se han quedado también atrapados en el vecino país y los sindicatos en Marruecos calculan en un 42% el número de personas que se han quedado sin ningún tipo de ingresos. Solo en Nador y Castillejos.

 

Y todo esto, en solo medio año...

Cierre de la frontera: medio año y más dudas que respuestas