"Seguimos digiriendo el jarro de agua fría". Así se expresa Mohamed Haidor, uno de los responsables de UGT-ACAIP en Ceuta tras la decisión de la Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR) de no clasificar a la prisión ceutí como 1.1 Insular.
Haidor considera que este órgano "solo ha velado por criterios puramente económicos", señalando que es "contradictorio que, tras una inversión de 140 millones de euros, tengamos una prisión solo al 20% de funcionamiento". El sindicalista explica que "actualmente, se pueden prestar determinados servicios gracias a que tenemos 30 funcionarios en prácticas".
En cuanto al número de internos "son casi 400, en torno a los 380, casi cien más que en Los Rosales". El representante de UGT explica que "nos siguen asignando como si aún estuviéramos en la cárcel antigua, cuando no tenemos nada que ver".
Es más, señala que "hay servicios que peligran. Tenemos que seguir haciendo traslados fuera de Ceuta porque no tenemos personal para atenderlos, con la costosa inversión que supuso construir la cárcel nueva. Fuerte Mendizábal cuenta con todos los requisitos para ser considerada como 1.1 Insular, y esta decisión se toma solo por cuestiones económicas", insiste.
Respecto a las gestiones de Delegación del Gobierno "han resultado totalmente inoperantes en este sentido, puesto que no han sido capaces de trasladar la realidad: que necesitamos ser prisión 1.1 y que, además, cumplimos los criterios". Pese a ello "vamos a reclamar una reunión de la Junta de Personal de la Administración General del Estado para emitir una nota de protesta y solicitar un encuentro", de nuevo, con Salvadora Mateos.
De otra parte, y respecto a la vía judicial, "esto nos obliga a ir al Contencioso-Administrativo, con lo que supone" esa vía. "Así llevamos ya dos años", lamenta el sindicalista.
