viernes. 17.05.2024
DIEZ HISTORIAS DE DEPORTE Y VIDA-10

El 'lord' que salvó los Juegos

2020 será un año especial para los aficionados al deporte, con dos eventos largamente esperados: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y la Eurocopa de Naciones. Sin embargo, el deporte va mucho más allá de récords, derrotas históricas o marcas inalcanzables. En ocasiones, hay un trasfondo político o social que invita a verlo con una mirada más amplia que la del simple aficionado. Es por ello que Ceuta Televisión, en estos días navideños, les va a ofrecer diez historias de deporte... y vida

Madrid lo tocó con los dedos y a París se le quedó cara de poker en 2005: Londres, que parecía desbancada desde el inicio, se hizo con los Juegos Olímpicos de 2012. Si pensamos con malicia, tal vez tuviese algo que ver el hecho de que las capitales española y francesa se afanaran en presentar sus proyectos como los únicos que podrían hacerse incluso antes de la fecha prevista, dado que todas las instalaciones estaban prácticamente listas, y que el representante de la candidatura británica admitiese no tener nada hecho y se encajase en Singapur -sede de aquella elección- con un montón de proyectos en pen drive... Tal vez en esta época, en la que el COI apuesta por ciudades más asentadas para huir de Atlantas, Ríos o Atenas varias, Madrid habría sido bendecida con los Juegos. París fue la única candidata, de hecho, a los de 2024.

 

Aquel fue el segundo gran triunfo que ese hombre elegantemente vestido daba al Reino Unido. Los anteriores fueron a su país, pero también al olimpismo en general. Hoy preside la IAAF (siglas por las que se conoce a la Federación Internacional de Atletismo), goza del título de lord y no pocas quinielas le sitúan, en unos años, al frente del mismísimo Comité Olímpico Internacional. Pero su historia comienza en 1980.

La Unión Soviética ha invadido Afganistán, en lo que supone uno de los episodios más tensos del final de la 'guerra fría' entre potencias. En señal de protesta, todos los países aliados de USA boicotean los Juegos de Moscú 1980, a los que solo acuden las naciones prosoviéticas. Jimmy Carter, presidente estadounidense en ese momento, llega incluso a anunciar que retirará el pasaporte a los deportistas de su país que osen competir bajao bandera internacional.

 

En el Reino Unido, la primera ministra Margaret Thatcher es ferviente partidaria de no acudir a Moscú. Algo a lo que se niegan fervientemente esos mismos deportistas que llevan cuatro años preparándose para la cita olímpica. En particular, los dos grandes astros del deporte de las islas en aquel momento: Steve Ovett y Sebastian Coe, 'nuestro hombre'. Para Ovett, que no ocultaba sus simpatías por el comunismo y criado en un ambiente humilde,no resultaba nada complicado llevarle la contraria a la 'Dama de Hierro'. No así para Coe: de familia bien y miembro del mismo Partido Conservador -de hecho, llegaría a ser parlamentario- de la premier Thatcher. De Coe se decía que era la "Union Jack corriendo", ante sus contínuas exhibiciones de patriotismo.

 

El tira y afloja entre corredores y políticos fue importante. Unos meses antes de los Juegos, el Gobierno británico retira a su coordinador en Moscú. El Comité Olímpico califica los hechos de "salvajada". Pero ello no priva al mundo de uno de los enfrentamientos más épicos de todos los tiempos.

 

Ovett, gran favorito en los 1.500 metros, derrota a Sebastian Coe en los 800 metros, teórica gran especialidad de este segundo. En vestuarios, delante de un grupo de periodistas, el padre del futuro Lord le abronca durísimamente. Pero este se toma la revancha unos días más tarde para, contra todo pronóstico, ganar los 1.500 metros. Ambos repetirían el duelo en Los Ángeles 84, pero con un Ovett ya en declive y con el español José Manuel Abascal a punto de desbancar a Coe. Pero en aquel precedente moscovita, la decisión de un hombre permitió prácticamente salvar los Juegos Olímpicos y mantener siquiera levemente ese ideal de confraternización por encima de cuestiones ideológicas o de cualquier índole.

El 'lord' que salvó los Juegos