A punto de cumplir seis años en el Trono de San Pedro, Jorge Mario Bergoglio realizará el próximo mes uno de los viajes que más expectación ha despertado desde que se convirtiera en Papa. Bergoglio estará en Marruecos el próximo 30 y 31 de marzo, visitando Casablanca y Rabat. La cita no ha pasado desapercibida en Ceuta; a pesar de que el actual obispo de Roma no será el primero en visitar Marruecos -Juan Pablo II ya realizó ese mismo viaje en 1985-, no pasa por alto que este es un viaje de cierta trascendencia. Por ello, ya se están organizando excursiones: se calcula que entre la que se organiza en el área de Santa Teresa y la que se está preparando en el Valle y San Antonio, serán 500 las personas que salgan desde la Ciudad Autónoma. Carlos Orozco, hermano mayor de la cofradía de San Antonio, aporta además un dato: Marruecos celebra un año jubilar para conmemorar ocho siglos de presencia franciscana.
Los peregrinos ceutíes irán únicamente a Rabat, ciudad en la que tendrá lugar la vertiente más religiosa de un papa al que Orozco define como “especial”.
Los feligreses ceutíes, insiste Orozco, están "tremendamente ilusionados" ante la visita del Papa.
Va a ser la primera vez que muchos ceutíes puedan ver a un Papa en persona. Para ello, pueden dirigirse a la Ermita de San Antonio, la Parroquia de Santa Teresa o la más antigua de Ceuta, la del Valle. En la ermita del santo padovano, Carlos Orozco no oculta que en caso de que pueda saludar a Bergoglio, su petición será que oficie misa, alguna vez, en San Antonio.
