Los candidatos a Miss Mundo y Mister Internacional Ceuta descubren la historia de la Puerta Califal

La tarde de ayer se vistió de historia cuando un grupo de jóvenes, aspirantes a Miss Mundo y Mr. Internacional Ceuta, caminan con curiosidad y respeto hacia la Puerta Califal. Este monumento, que se alza majestuoso en pleno corazón de la ciudad, se convierte en el primer escenario de un viaje que los llevará a sumergirse en la riqueza cultural de su tierra. Estos concursos no se limitan a la mera exhibición de belleza; son una oportunidad para que los candidatos se conviertan en portavoces del patrimonio ceutí, llevando consigo, allá donde vayan, la historia y los tesoros de una ciudad única.

Ángela Martín, una de las aspirantes, mira con asombro la estructura. “A mí, la verdad, me parece una pasada de la arquitectura”, dice mientras intenta poner en palabras la grandeza del lugar. Es una joven que, como muchos, ha conocido la Puerta Califal en excursiones escolares, pero que ahora, frente al papel que podría desempeñar como representante de Ceuta, la ve con otros ojos. “Es sorprendente que haya algo tan monumental en pleno centro de Ceuta. Quién diría que en una ciudad tan pequeña hay tanta cultura”, añade, consciente de la responsabilidad que conlleva no solo mostrar su belleza, sino también la de su ciudad.

La Puerta Califal, un vestigio de las antiguas civilizaciones que habitaron Ceuta, es más que un simple monumento. Es un testimonio de las luchas y los sueños de los que vinieron antes, algo que Marco Tébar, otro de los candidatos, no deja de admirar. “Me llama la atención el buen estado en el que se encuentra. Parece que no tiene tantos años”, comenta, impresionado por la preservación del lugar. Marco, quien ya ha visitado la Puerta en varias ocasiones, sabe que su misión es más profunda que un desfile o una sesión de fotos. Su tarea, al igual que la de sus compañeros, es convencer a los demás de que Ceuta, aunque pequeña, es un tesoro escondido lleno de cultura, historia y encanto.

Mientras los candidatos escuchan las explicaciones de sus guías, el peso de la responsabilidad se hace palpable. No se trata solo de aprender datos históricos; se trata de absorber la esencia de Ceuta para poder transmitirla. Como señala Nany Paz Ubeda, otra de las concursantes, “al final aprendí que en este monumento histórico han pasado un montón de épocas y de culturas totalmente distintas que han ido construyendo toda la historia de Ceuta”. Ella entiende que su papel no será solo ser una cara bonita, sino una narradora de las historias que conforman la identidad ceutí.

Estefanía Fernández, coordinadora del evento, subraya la importancia de estas visitas en la formación de los candidatos. “El objetivo es que conozcan Ceuta desde dentro, desde el principio. Que cuando vayamos a representar a Ceuta sepan de dónde venimos, lo que tenemos, la cultura que tenemos”, explica. Este enfoque integral busca que los jóvenes no solo se empapen de la historia, sino que también desarrollen la capacidad de comunicarla con pasión y precisión.

Las visitas no terminan en la Puerta Califal. El recorrido continuará por otros rincones emblemáticos de la ciudad, como la Basílica Tardorromana, cada parada reforzando el vínculo de los candidatos con su tierra. Con cada paso, estos jóvenes se preparan para algo más que un concurso: se preparan para ser los embajadores de Ceuta, llevando con ellos, no solo su belleza, sino también las historias y el alma de una ciudad que, aunque pequeña en tamaño, es inmensa en patrimonio y cultura.