jueves. 18.04.2024

 

 

 

La historia, a fuerza de convivir, es conocida: la ciudad de Ayodhya se iluminaba con pequeñas lámparas para recibir al príncipe Rama tras vencer en una dura batalla al príncipe de los demonios. Y esa tradición, la de encender luces para celebrar el triunfo sobre la oscuridad, se perpetua a lo largo de los siglos, alcanzando confines como este pequeño lugar al que llegaron los primeros hindúes a finales del siglo XIX. Es en la Plaza de los Reyes, a escasos cien metros del Templo Hindú, donde el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos y el comandante general, Javier Sancho, acuden para inaugurar el alumbrado que anuncia, precisamente, la llegada de los días de luces.

 

 

Días de fiesta pero también de recogimiento familiar para la comunidad hindú, que aplaza por causas logísticas el tradicional baile para el mes de diciembre y así poder recaudar dinero para el Banco de Alimentos.

 

 

La celebración del Diwali, que en la India marca el final del año comercial, tendrá lugar la próxima semana. Shubh Diwali, pues.

Ceuta enciende la luz del Diwali