sábado. 20.04.2024
SANIDAD

La tesis de Andrew Wakefield: Crónica de un fraude

La prestigiosa revista “The Lancet” admite abiertamente que el mayor error de su historia fue publicar un artículo hace 20 años que relacionaba directamente vacunas con autismo. Algo que, convenientemente difundido en redes sociales, ha terminado por generar una corriente “antivacuna” que ya en España ha ocasionado muertes por difteria y el aumento de casos en enfermedades como el sarampión o rubeola. En Ceuta no sólo no se han producido casos, sino que la población está “muy concienciada” en una de las ciudades “con mejor calendario de vacunación” de España, según la enfermera Laura Arce

 

 

 

Leer es una de las mejores actividades imaginables, pero hay escritos que parecen redactados por el mismo diablo. Ocurrió a finales del siglo XIX con “Los protocolos de los Sabios del Sion”, del ruso Serguei Nilus, que culpaba a los hebreos de todos los males del mundo, abriendo camino para “Mein kampf” de Adolf Hitler. Uno de los prebostes del III Reich, Joseph Goebbels, no dudaba en afirmar que “una mentira convenientemente repetida puede convertirse en verdad” y determinados escritos difundidos en el medio de comunicación más aciago de la historia, la “Radio de las Mil Colinas” fueron parte nuclear en el Genocidio de Ruanda. De esto último hace veinticinco años; hace veinte, un cirujano llamado Andrew Wakefield publicaba un ensayo en la revista británica “The lancet”.

Las conclusiones eran aparentemente demoledoras:  el autismo tiene su origen en las vacunas del sarampión. Pese a que no han sido pocos los expertos que han tirado por tierra, pese a que Wakefield ha sido condenado judicialmente por fraude, pese a estar expulsado de todos los círculos médicos, pese a que desde la revista se han pedido cantidad de disculpas por el daño cometido, la tesis sigue gozando de popularidad. Ello, unido a determinados grupúsculos antisistema que vinculan las vacunas con la facturación de multinacionales, ha provocado que en España, por primera vez desde la posguerra se hayan producido casos de muerte por difteria, sarampión o rubeola. Enfermedades que estaban a punto de extinguirse, tal y como explica Laura Arce, del servicio de vacunas de la Ciudad Autónoma.

 

Arce resume la “tesis Wakefield”: el autismo se detecta, cierto, en la misma edad en la que se ponen determinadas vacunas, aunque no hay ningún tipo de relación causa-efecto.

 

 

Ceuta, afortunadamente, no solo no ha registrado ningún caso grave generado por los “anti-vacunas”, sino que es una de las ciudades con más alta concienciación por parte de los padres.

 

 

A ello ayuda, según Arce, que la Ciudad Autónoma tenga, posiblemente, el mejor calendario de vacunas de España.

 

 

El calendario puede encontrarse en la web de la Ciudad Autónoma o, para más información, en la sede del área de vacunas, en el antiguo Hospìtal Militar.

La tesis de Andrew Wakefield: Crónica de un fraude