Viernes noche. Un furgón de la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local realiza el habitual servicio de vigilancia en la barriada de Hadú. Unos chavales se acercan, requiriendo la atención de los agentes, a los que dicen que "una mujer está a punto de dar a luz". Los efectivos policiales se bajan y se percatan de que la mujer no estaba en su casa. Estaba en la entrada a Calle Nicaragua, en la acera.
La controvertida rampa que tantas quejas de vecinos ha suscitado en los últimos tiempos se convierte, entonces, en un improvisado paritorio. Según lo cuenta uno de los agentes a Ceuta Televisión, "cuando vimos a la mujer creímos que estaba rompiendo aguas, pero no. Estaba directamente de parto".
Inmediatamente, llamaron al 061 para pedir ayuda, pero la ambulancia -por causas desconocidas- se retrasó un poco más de lo que hubieran querido los agentes. "Quizá creyeron que iban a recoger a una parturienta, y se encontraron con que el bebé estaba a punto de nacer", cuenta el agente. Cuando llegó -en un intervalo mucho menor- la ambulancia medicalizada, la niña ya había nacido.
Tanto la madre como la niña se encontraban "en perfecto estado". Tras la atención de los agentes, fueron los sanitarios los que se hicieron cargo de ambas, cortándole el cordon umbilical. "No hemos vuelto a saber nada de ellas, ya que tuvimos que seguir con el servicio, pero el médico que la atendió nos llamó posteriormente para decirnos que todo había salido bien y felicitarnos por el trabajo realizado".
La mujer es una ceutí, residente en Hadú. La niña nació a los nueve meses de gestación. Al tiempo, aunque quizá no en el lugar, que se esperaba.
