Acababa de concluir el rezo colectivo en la explanada de Loma Margarita con motivo de la Festividad del Sacrificio cuando unos extraños gritos llamaron la atención de los presentes. Los gritos procedían del exterior mismo del recinto; decenas de subsaharianos corrían en un estado rayano entre la euforia y la excitación. Por si quedaba alguna duda, ellos mismos se encargaban de gritar la palabra clave, Boza, con la que celebran su éxito en cada intento de asalto masivo.
Eran, apenas, las 10 de la mañana. Instantes antes habían entrado por Finca Berrocal, el lugar de costumbre, con unas técnicas que no son las habituales, pero cada vez más frecuentes: cortando la valla y lanzando óxidos, cal viva y excrementos a los agentes de la Guardia Civil que tratan de hacerles frente. Según las estimaciones oficiales, siete miembros del Instituto Armado son heridos y otros cinco los subsaharianos que corren la misma suerte. Todos son trasladados al Hospital Universitario; afortunadamente, ninguna herida reviste especial gravedad, por lo que son dados de alta a los pocos minutos. Dos agentes, sin embargo, tendrán que estar unos días de baja para el servicio
Según datos de Delegación del Gobierno, el asalto se ha producido a las 09.30 horas. Consigue entrar en territorio español un grupo de 115 subsaharianos, mientras que lo intentan casi 300. De inmediato, se dirigen al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes.
Ahí son recibidos no sólo por el personal del CETI, -al que se desplaza de manera inmediata la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos- sino por los propios internos que les gritan "Free" o "Boza" desde el interior del recinto. No faltan los gritos de "Viva España" o "Viva Europa", o alguno que incluso se acerca a las cámaras de televisión para decir a sus familiares que se encuentran bien. "I love you, mama", llega a decir uno ante el objetivo. Ellos mismos aclaran que vienen de Senegal, Guinea Conakry o Camerún.
Todo ello, en vísperas de una salida de migrantes hacia la Península, tal y como adelantaba el martes Ceuta Televisión. Son ochenta los que abandonarán Ceuta en las próximas horas, con destino a la Península. Tal vez a lo largo de esta misma tarde o tal vez en el barco de las once que, cada jueves, representa parte del objetivo para este grupo. Ironías del destino: algunos de los que saldrán este jueves hacia Algeciras, de religión musulmana, participan en el rezo colectivo cuando llegan los 'nuevos' subsaharianos. Peculiariades de Ceuta y de una mañana en que las gritos de "Allah es grande" se mezclaron con los que significan libertad.
