miércoles. 17.04.2024

 

 

Sea por rutina o lo que fuere, la mayoría de los “mortales” pasamos nuestra vida poniéndonos imposibles, asumiendo que es imposible ahorrar, perder peso, dejar de fumar u otras cosas para autoconvencernos de lo complicado del reto que nos planteemos. Hay, sin embargo, otra clase de personas que no se preguntan si se puede, sino cuando se empieza. Si esa es una virtud encomiable, directamente merecen admiración cuando se trata de artistas como los del Proyecto de Ocio Inclusivo.

 

Chavales con dificultades de movilidad severa en el mejor de los casos; otros con parálisis cerebral que no sólo pintan, sino que lo hacen escandalosamente bien, manejando casi cualquier tipo de estilo o material. En este caso, el abstracto y el acrílico, tal y como explica el “artista invitado” -así se define el-, Antonio San Martín.

 

 

San Martín, sin ningún género de dudas, es uno de nuestros artistas más reconocidos. Admite no saber cuantas exposiciones, individuales o colectivas, ha protagonizado ya, cuantas veces ha llenado el Museo del Revellín. Pero también admite que pocas le han tocado tanto la fibra como esta.

 

 

La muestra la visitan en la mañana de este jueves el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, acompañado de consejeras como María Isabel Deu o Adela Nieto. La reacción es de asombro: cuarenta obras, cincuenta si contamos unos calcetines pintados, para estos chicos capaces de pintar o fotografiar -no es su primera muestra, ni será la última- lo que ellos quieran. Un reto más superado para ellos, otro ejemplo para el resto.

PROI: Sentido, sensibilidad y superación