Hay algo tan clásico en la Feria como los churros matutinos, las tiritas, los vasos de plástico de un litro o ese dulce belga del que dicen muy pocas personas conocen la verdadera receta y, oh casualidad, todas están en las Fiestas Patronales. Hay un rey indiscutible en la feria, que no es el señor que asa las patas de pulpo o el que vende los tickets para el tren de los escobazos o la noria. En efecto: el Levante.
Una vez más el viento del este se viste de faralaes para estar toda la Feria en Ceuta. El miércoles hará acto de presencia, con quince o veinte nudos de fuerza como máximo y cielos completamente despejados desde por la mañana hasta por la noche. Las temperaturas hacen presagiar una Feria más o menos agradable. Humedad al margen, eso sí, que será considerable.
Así que, resignación. El levante nos va a acompañar una vez más entre peluches, pececitos de colores y apasionantes jornadas con la familia propia y la política. La feria, la vida en definitiva.
