Las consecuencias del incendio de García Aldave no se dejarán notar en el Embalse del Infierno, ubicado en pleno epicentro del devastador fuego. El motivo, según explican desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, es que las llamas se originaron en la zona trasera del pantano, por lo que no se ha producido la caída de ceniza al agua, dada también la dirección del viento durante el pasado fin de semana.
Sin embargo, se da por hecho que con las primeras lluvias, caerán restos devastados a la superficie. Algo que tampoco preocupa en exceso, ante la existencia de la Depuradora y de la Desaladora de Benítez, que es la principal distribuidora de agua a la Ciudad. Por tanto el funcionamiento normal está garantizado, según estas fuentes.
Precisamente, el Infierno es el que mejores registros presenta al final de julio. Ahora mismo, tiene almacenados 470.722 metros cúbicos, un 72% de los 654.266 totales. En cuanto al Renegado, tiene 1.025.039 metros cúbicos, el 63% de su capacidad. En total, los dos pantanos alcanzan el 65,32% de los 2.289.680 de capacidad total.
