César Martín
12 de julio de 2018, 21:30
El asesinato del joven concejal supuso un punto de inflexión en la sociedad española que no dudó en salir a la calle durante su cautiverio y hasta su asesinato al grito de Basta Ya. Dando origen al denominado espíritu de Ermua que supuso un paso definitivo hacia el aislamiento de la banda terrorista ETA y, en consecuencia, en la lucha por su desaparición.