No es la primera vez que los vecinos de los Grupos de El Rocío hacen referencia al estado de abandono en el que, consideran, se encuentra su barriada. Ubicada entre la Avenida Ejército Español y la Huerta de Paneque, la barriada está próxima a cumplir los treinta años desde su inauguración. Sin embargo, no será un aniversario por todo lo alto: cascotes que se caen a la calle al desprenderse las cornisas o hierros oxidados colgando en los patios de la comunidad. Juan José Llopis, presidente de la Asociación de Vecinos, reclama al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, un actuación decidida en el barrio.
Por partes: la caída de los cascotes y las cornisas, que incluso han llegado a provocar algún susto entre el vecindario al caer en el interior del patio parte de las mismas. Por eso, reclama a EMVICESA que se haga cargo de las reparaciones, como ha ocurrido con otras barriadas.
En cuanto a la limpieza, Llopis considera que la suya es una barriada abandonada.
Y otro aspecto: la comunicación con la Avenida de África, pendiente de materializarse la construcción de un puente que impida, cuenta Llopis, que los vecinos tengan que cruzar por un campo en el que se han visto serpientes para ir al Centro de Salud de Otero
